Alfredo Guevara
Hasta el 2022, Tamaulipas ha reprobado las evaluaciones anuales que realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre la calidad de vida de los internos en los penales, ubicando a la entidad con las cárceles más inseguras del país.
Salir de los últimos lugares se llevará su tiempo, porque además de que se requiere pies de plomo, durante varios años los Centros de Ejecución de Sanciones (Cedes) han sido sitios de mucha violencia, con presencia de grupos delictivos, admitió Jorge Alberto Sauceda.
El Director de Reinserción Social y Servicio Post Penal de la Secretaría de Seguridad Pública dijo que se trabaja en una estrategia con la que se busca darle vuelta a la página, teniendo en cuenta que cualquier movimiento en la población repercute a la población interna.
Según los informes de la Comisión Nacional, al interior de los penales se detectaron actividades ilícitas y cobros, extorsiones y sobornos, además de algunas deficiencias en materia de salud, alimentación, condiciones de higiene, falta de comedores y cocina.
Incluso, programas enfocados a la prevención de delitos y adicciones, así como violaciones a los derechos humanos de una parte de los internos que albergan los penales.
Reveló que la dependencia a su cargo busca establecer protocolos que permitan en los penales de la entidad la implementación de programas, donde la población penitenciaria se documente, se respeten los derechos no solo de las personas privadas de su libertad, sino también de los visitantes.
