diciembre 15, 2024
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Amor a primera vista… ¿existe?

enero 10, 2024 | 236 vistas

Patricia Azuara.-

Cd. Victoria, Tam.-
Tania y José eran dos extraños con caminos muy diferentes. Ella, una loca revolucionaria, risueña y bailadora; él, un apuesto caballero de 1.90, poeta, discreto y muy inteligente.

Semanas atrás avanzaban por la vida, sin saber el uno del otro. Ella trataba de componerse de la última decepción amorosa, mientras que él decidía cambiarse de recámara, porque dejó de soportar los ronquidos de su compañera de cuarto.

Cada uno con su rutina, sorteaban sus metas y decisiones en aquella fría ciudad, a la que llegaron en busca de nuevas oportunidades. Ella adora el reggae y los cigarrillos; él prefiere la música de banda y no soporta el humo del tabaco.

Mientras él trata de hacer crecer el negocio familiar, ella se empeña en componer el mundo a través de sus letras. Ambos tan diferentes, pero a la vez iguales, inmersos en un lugar que poco les agrada, pero que ya eligieron, y donde intentan escribir una nueva historia.

Románticos a morir, de esos que aman las palabras, las caricias, los mensajes, demostrar y sentir. Ella cerrada al amor por tantas desilusiones; él en busca de cariño, luego de años de tener compañía, pero sentirse solo.

Norteños de nacimiento, ahora radican en el centro del país, por diversas circunstancias. Ella huyó de su ciudad por la inseguridad y él llegó al mismo sitio a apoyar el divorcio de la mayor de sus hermanas.

Ella, tan amiguera y sociable; él todo lo contrario, clavado en su empresa y planeando nuevas ideas, que incrementen las ganancias, del emporio biológico que trata de revolucionar la medicina, a través de los animales.

SIMILITUDES ROMÁNTICAS

A los dos les gustan los detalles que no tienen precio, esos que te arrancan una sonrisa, como escapar de todo, para encontrarse unos segundos en una alejada avenida, y fundirse en un beso.

Las enormes ciudades suelen ser tan pequeñas a la hora de encontrarse con el destino. Él habla poco, a ella no le para la lengua. ¿Y cómo fue que sus vidas se cruzaron?

Una noche de invierno, en una de esas tradiciones posadas decembrinas, ella llegó a una fiesta de suéteres navideños. Ahí conoció a la hermana de José, la misma a la que llegó a apoyar en su proceso de separación.

Ese día todo era felicidad para Tania; bailó, cantó, gritó, bromeo, y rápido capto la atención de algunos de los presentes. Su carácter dista mucho del de los habitantes del territorio tunero. Así es que rápido se entiende que es foránea.

Habían pasado unos días, cuando la hermana de José la invitó a una fiesta de pijamas en su casa. Ahí empezó la historia. A las horas, ambas bromeaban con ser cuñadas e imaginaban que pronto habría una boda en esa familia.

Tania insistía en no estar preparada para volver a intentarlo, mientras que la hermana estaba segura que era ella quien sacaría de la depresión que, presumía, vivía José. No pasó una semana cuando en silencio, planeó el encuentro.

CUPIDO

“La cupido” intercambió los números telefónicos y el maduro caballero le llamó a la soñadora escritora. Fue directo y a la cabeza: “¿podemos conocernos hoy?”, le dijo el admirador a la mujer. Ella no estaba segura de aceptar la cita, pero la curiosidad la empujo a dar el sí.

Con el tiempo encima, Tania buscó un lugar pequeño y discreto, mientras elegía el atuendo que llevaría a la romántica cena. Aún dudosa llegó al bar antes del horario acordado, para enviarle la ubicación a José; él ya iba en camino.

Para agarrar valor, pidió un tequila doble, de esos que raspan la garganta y aplacan los nervios. Había pasado un año desde que decidió sellar su corazón, así es que asistió más por compromiso, que por placer.

Tomó el menú del restaurante, donde prevalecían las pizzas y las tablas de quesos; mientras lo observaba, por fin llegó el admirador. El temblor en su cuerpo se incrementó; levemente levantó la mirada para conocerlo. Y llegó el flechazo.

Su corazón se aceleró y la respiración subió de tono, pero trataba de no hacer evidente lo impactante que fue para ella tenerlo cerca. Él sintió lo mismo.

Ambos rompieron el hielo contándose parte de su vida. Y las horas se hicieron minutos, entre el par de norteños que creen en la magia del universo. Ella nativa de la tierra de las cueras y él, del estado más grande de la República Mexicana.

Para qué describir el resto de la noche, si basta con resumir, que a los dos les dejó una sonrisa llena de ilusión. ¿Creen en el amor a primera vista? Tania y José sí, por eso, enseguida de conocerse, decidieron no continuar con la mágica aventura, y seguir cada uno en su camino. Aún tienen cosas que sanar y definir.

EXPERTOS ASEGURAN QUE EL AMOR A PRIMERA VISTA NO EXISTE

Para expertos en psicología, el amor a primera vista no existe, y las parejas suelen confundir la atracción con otros sentimientos más fuertes, que se dan con el paso del tiempo.

“Tanto así como que el amor a primera vista no, pero sí existe la atracción a primera vista con una situación muy fuerte, aclaremos y veamos que la atracción si es una es un atrayente físico de la persona y que eso es lo que primero visualmente te atrae y te gusta y tal vez esto nunca lo has experimentado con alguien que te gustara tanto que te atrajera físicamente tanto”, confirmó el psicólogo Roberto López Herrera.

Sostuvo que para llamarle amor tendrían que pasar ciertas cosas, que hacen que florezca un sentimiento más allá de la atracción en base a diversas acciones.

“Para que esto no afecte, siempre les digo que hay que terminar los procesos de terapia, porque creemos o sentimos que estamos bien y los dejamos, y luego nos ocurren estas desestabilizaciones, que nos hacen retroceder”.

“No hagamos un drama donde no ha pasado más allá, simplemente hay que darnos cuenta que a veces las cosas, como todas en la vida, no pueden de momento suceder. Entonces vamos a poner los pies sobre la tierra y empezar a trabajar en esto”.

TERAPÉUTICO

“Todo proceso terapéutico o médico que hay, si dice 15 días, 15 días, si es un mes, es un mes, pero hay que tomarse y hacer todo lo necesario para estar completamente seguros de no tener unas recaídas. Y estar vacunados ante estas situaciones”.

“Que podemos pensar que es algo bueno y que empezamos a aventar las campanas al aire antes de tiempo. En base en nada, simplemente en base en que siento bonito, en que las mariposas me revolotean, en eso, pero no hay acción contundente para decir aquí es donde debo de estar, porque todo tiene un tiempo de maduración”.

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