Por Rogelio Rodríguez Mendoza.
Alrededor de 22 mil toneladas de maíz amarillo llevan meses almacenadas en bodegas del norte de Tamaulipas por falta de compradores, en perjuicio de poco más de 300 agricultores, denunció Marco Antonio Garza.
El presidente de la Unión Regional Agrícola del Norte, (URAN), dijo que el hecho se debe a que los industriales prefieren comprar el grano proveniente de Brasil y otros países, toda vez que al no pagar arancel se vende a un precio mucho más bajo que el producido en México.
Culpó de la situación al gobierno federal, porque abrió la frontera a la importación de maíz proveniente de países que no forman parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Están bajando el maíz, en su mayoría proveniente de Brasil, por Chiapas y otros puertos. Lo más grave es que la importación esta libre de arancel y eso nos está pegando muy duro porque el mercado está saturado y ahora no hay quien compre nuestro grano” dijo.
En el caso de Tamaulipas, reiteró, existen alrededor de 22 mil toneladas de maíz amarillo almacenadas desde hace varios meses, porque es parte de la cosecha del ciclo de siembra Otoño-Invierno 2022-2023.
“Simplemente no hay quien nos compre. Eso se debe a que el maíz que viene de Brasil y Argentina se está vendiendo a 3500 o 3800 pesos la tonelada, mientras que el grano nuestro se vende en 4500 pesos tonelada. Bajamos el precio a 4300 pesos pero ni así lo quieren” dijo.
Lo peor de todo, advirtió, es que el maíz que está llegando es de muy mala calidad.
Garza explicó que hay desesperación entre los productores afectados, porque muchos de ellos caerán en cartera vencida al no disponer de recursos para pagar sus créditos.
Acudieron ante el secretario de Desarrollo Rural, Antonio Varela, para solicitar su apoyo, pero no les generó esperanza de una solución.
“No hay respuesta de nadie” acusó.
Dijo que para el campo de Tamaulipas, el de Andrés Manuel López Obrador ha sido el peor sexenio, porque además de desaparecer todos los programas de subsidio para el sector, aprueba acciones como ésta, de abrir la frontera al grano de otros países sin importar la repercusión que tiene para los productores nacionales.
“Anteriormente teníamos el programa de Agricultura por Contrato, que nos garantizaba un precio mínimo para la cosecha y nos protegía de situaciones como la que estamos viviendo, pero el gobierno lo desapareció. Eso es lo que enoja, lo que indigna” indicó.
Recordó que López Obrador prometió, en campaña, que solamente iba a entrar al país el maíz que tiene compromiso con el Tratado de Libre Comercio, y, sin embargo, siguen llegando barcos de países que no forman parte de ese acuerdo comercial.
“No sabemos lo que va a ocurrir pero hay mucha indignación con el gobierno. Nadie nos ayuda, nadie nos escucha. En mis más de 40 años de productor es la primera vez que vivo una situación así” indicó.