mayo 28, 2024
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Repostería, ¿oficio o ‘dulce ‘negocio?

enero 18, 2024 | 198 vistas

Patricia Azuara.-

Cd. Victoria, Tam.-
En las duyas, batidoras y hornos Rosa Delia Molina Zurita encontró su verdadera pasión, y también el sustento económico para ella y su familia.

Casada con tres hijos, la mayor a punto de egresar de la carrera de psicología, Molina Zurita es una de los tantos emprendedores que se arriesgaron, y hoy recogen los triunfos de tantos sacrificios.

Hace ocho años inició con la aventura de la repostería. Y aunque poco estudió sobre el tema, la práctica y la “buena mano” que le da el toque especial, “Pasteles Maybe” son de los más buscados en Ciudad Victoria.

Rossy, como la conocen su familia y amigos, inició su trabajo en un negocio de banquetes. Fue ahí donde el propietario le propuso ofrecer el servicio del pastel, y ahí comenzó la odisea.

“Aquí en casa aprendí lo básico para poder meter el pastel a los banquetes de quinceañeras y bodas. Hacer un pastel es un arte, y yo, al paso del tiempo y viendo videos, tomando cursos, he logrado perfeccionar la técnica”.

UN OFICIO DE MUCHA PACIENCIA

La elaboración de un pastel puede tardar hasta tres días, desde la preparación de la harina, las cremas, los betunes, el horneado y para terminar con la decoración, que en ocasiones es lo de mayor labor.

“El pan tiene que reposar, el pan no lo podemos cocer y enfriándose decorar, no, el pan tiene que tomar su tiempo de reposo. Yo le ayudaba en lo salado, pero ya me separé y por este lado estamos trabajando”.

“Hay a veces tendencias que nos piden las personas y por muy raro que sea lo hacemos. Manejamos las decoraciones diversas, como chantilly, fondan y oblea”.

“Yo les digo que dedicarme a la repostería es mi lado dulce, porque en mi familia somos como la gente de antes, y me dicen que pongo la cara seria, entonces a la hora de hacer pasteles se me olvida todo, por eso les digo que es mi lado dulce”.

PRIMERO, EL CLIENTE

Rossy recordó que sea cual sea la situación personal por la que se pase, la buena atención al cliente es algo fundamental para que un negocio crezca y se posicione; esa es su premisa.

“El cliente es el principal en el negocio, y ahí saco mi lado dulce, les digo no me busquen en otro lado más que en los pasteles, es mi pasión, yo creo ya me voy a dedicar a esto siempre, ya no me veo haciendo otra cosa”.

“El sol para todos y hay clientes de todo tipo, hay diseños económicos, diseños caros, pero sí, el que no arriesga no gana, hay que hacer todo lo que nos propongamos”.

“Todo lo que es la cocina, es muy demandante, a veces ya por ejemplo para mi cumpleaños ya no me hago pastel, a veces a mis hijos también les digo ya no quiero hacer pasteles”.

DÍA DEL PASTELERO

Y es que no debe existir pretexto para negarse a uno de los gustos favoritos, aunque sabemos que enero es el mes donde queremos cumplir el objetivo de tener nuevos hábitos de alimentación y ejercicio.

Pero, por si no sabías, el 12 de enero es el Día del Pizzero y Pastelero, motivo suficiente para celebrar degustando una de estas delicias en tu restaurante o repostería favorita.

Todos los años cada 12 de enero se les celebra a todas esas personas encargadas de elaborar deliciosas creaciones para los amantes del pastel y la pizza.

Esta celebración se realiza internacionalmente, por lo que, en cada rincón del mundo, se le ha de reconocer a estos artesanos.

HISTORIA DEL PASTEL

Los primeros registros de recetas dulces simples se remontan a Mesopotamia y al Antiguo Egipto, hace más de siete mil años, donde se preparaban panes de miel redondos espolvoreados con ajonjolí. En la Antigua Grecia, los nacimientos se celebraban con pasteles.

La palabra pastel es de origen vikingo, derivada de la palabra nórdica “kaka”. Los primeros pasteles que se han hecho son en realidad bastante diferentes a los que comemos hoy.

Curiosamente, los antiguos egipcios fueron la primera cultura en exhibir habilidades para hornear, y durante la Antigüedad los pasteles tenían una apariencia más a pan y se endulzaban con miel.

Los griegos también tenían una forma temprana de pastel de queso, mientras que los romanos desarrollaron versiones de pasteles de frutas con pasas, nueces y otras frutas.

Mientras tanto, a mediados del siglo 17, en Europa, los pasteles se horneaban con frecuencia como resultado de los avances en la tecnología y el acceso a los ingredientes.

A Europa se le atribuye la invención de los pasteles modernos, que eran redondos y cubiertos con glaseado. Por cierto, el primer glaseado solía ser una mezcla hervida de azúcar, claras de huevo y algunos sabores. Durante este tiempo, muchos pasteles todavía contenían frutas secas, como grosellas y cítricas.

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