Agencias.-
En Francia, un impactante caso ha generado atención, donde una madre ha sido condenada por abandonar a su hijo, quien vivió solo entre los 9 y 11 años.
El tribunal de Angulema la sentenció a seis meses de vigilancia electrónica, evidenciando el abandono mientras la madre se mudaba tras el divorcio.
El niño quedó solo en Nersac, alimentándose precariamente con comida robada o proporcionada por vecinos.
A pesar de su buen rendimiento académico, nadie detectó la situación hasta que algunos vecinos alertaron.
La madre, de 39 años, proclamó su inocencia, pero evidencias como un hogar vacío y datos telefónicos llevaron a su condena.