Alfredo Guevara
Cd. Victoria, Tam.-
Por los estragos de la sequía y la ausencia recurrente de precipitaciones pluviales, el pronóstico para la citricultura no es nada alentador para este 2024, el cual podría ser igual o peor que el 2023 por la ausencia de agua para el riego de las huertas.
Y es que, salvo en algunos casos donde los productores disponen de agua, la mayor parte de las huertas en el sector social, la naranja se encuentra afectada en volumen y calidad, aseguró Ricardo Sepúlveda Cantú, ex presidente de la Unión de Citricultores en la zona centro del Estado.
“Hubo días en los que tres días seguidos la temperatura superó los 40 grados centígrados, afectando la citricultura, a diferencia de un daño menor que ocasiona, cuando sube a ese grado, pero al día siguiente nuevamente baja”, indicó.
A reserva de conocer en cuántas toneladas disminuyó la producción de naranja en el 2023, tomándose en cuenta que apenas está por terminar de comercializarse la conocida como “temprana”, estimó que la baja puede ser de por lo menos un 45 por ciento.
Reveló en la producción citrícola, que comprende la naranja, toronja, pomelo, limón y otras variedades se concentra en los municipios de Hidalgo, Padilla, Güémez, Llera y Victoria, con alrededor de cinco mil productores, 45 de ellos que pertenecen al sector social y el resto a pequeños y grandes citricultores.
Consideró que el principal problema que enfrentarán quienes se dedican a esta actividad en el campo, es la falta de precipitaciones pluviales que, al no registrarse en forma importante, ocasionará un escenario igual o peor que el 2023.
Y si bien los productores van a vender su naranja, lo harán disminuida en su contenido por afectaciones en las huertas, donde si bien se aprecia el fruto bien, al interior no se tiene el jugo que debiera, por la ausencia de agua.