Teresa Macías/ El Sol de Tampico
Por inflación consumidores llegan a sustituir alimentos que están aumentando de precio, y así obtener un ahorro en su gasto diario.
Es un cambio en el hábito del consumo que se da cuando hay especulaciones en los precios, consideró un especialista en economía.
“Si por especulación o por cuestiones del clima salen de la racionalidad de precio algunos productos, que resultan muy elevados para los mexicanos, como el tomate y la cebolla, que en este momento se venden en 54 pesos el kilo de tomate y la cebolla hasta en 60 pesos, se puede sustituir ya sea por puré de tomate o por tomatillo verde”, señaló Rogelio Cogco, economista y catedrático de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Lo cual también va desde el aspecto de comprar marcas propias que en los supermercados son más accesibles, además de consumir el producto en un menor tamaño, en vez de llevar el kilo de frijol se llevan un paquete de 500 gramos.
Indicó que buscar un sustituto que permita tener una dieta que no afecte los niveles nutricionales, es algo que muchas familias están aplicando.
“Si eres un consumidor racional y estás buscando una dieta rica en nutrientes y que vaya acorde a tus capacidades económicas, se tienen que desarrollar habilidades para buscar productos sustitutos, de hace de forma natural”.
Advirtió que es una situación que llevaría a replantear al consumidor modelo, de decir que, si este producto está muy caro, pues no lo consumo y busco un buen sustituto.
Cuando subió el precio del limón, que se vendía hasta en 100 pesos el kilo, no se consumía tanto son productos estacionales, incluso en las taquerías estaba racionado o de plano no te servían el limón, comentó.
“Hay un responsable que es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que saca comerciales e información sobre estudios comparativos, pero considera solo a los supermercados y no pone a la frutería de la esquina o al mercado local, que todos sabemos dónde están y tenemos el conocimiento de una o varias tienditas que venden a mejores precios”.
Cuidar el bolsillo sustituyendo productos que están con elevado precio por otros más accesibles, es una herramienta de economía que sin saberlo están aplicando los consumidores en México para no ver afectado sus gastos diarios en la alimentación.