Manuel Vazquez
Cd. Victoria, Tam.-La humedad convierte en insoportable cualquier hogar por mucho que esté decorado con esmero y cuente con las máximas comodidades. Afecta a viviendas localizadas cerca de la playa, ríos caudalosos, pantanos y lagos o áreas de montaña con vegetación excesiva.
En el día a día se sobrelleva ventilando y con deshumidificadores eléctricos. ¿Pero qué sucede cuando toca cerrar la casa y volver a la rutina?
¿CÓMO EVITAR LA HUMEDAD?
En El Diario tenemos los mejores trucos sobre cómo evitar la humedad en casas cerradas tras las vacaciones. La realidad es que la vuelta puede ser un desastre por culpa del moho y el olor.
En principio habría que distinguir qué tipo de humedad es la que afecta a la vivienda porque tal vez tenga una solución definitiva. Las más comunes son las filtraciones que generan manchas en el techo y en las paredes y hasta desconchones. A veces se rompen unas tejas en el tejado que dejan que vaya filtrándose el agua de la lluvia. También sucede que los materiales de las paredes exteriores envejecen e igualmente empieza a entrar agua o se abre una pequeña fisura en una tubería que poco a poco va calando.
Hay varios trucos que ayudan a disminuir la humedad interior de las viviendas cerradas:
- Aislar adecuadamente todas las ventanas y las puertas exteriores además de asegurarse de que en el suelo o en las paredes no hay grietas. El objetivo es impedir que entre el aire húmedo del exterior dentro de la casa. En el mercado hay diferentes soluciones y tan solo hay que consultar cada caso y necesidad en una tienda especializada o a un profesional.
- Limpiar la vivienda y después de fregar el suelo y las superficies esperar a que sequen antes de cerrar la puerta.
- No dejar ninguna prenda mojada en el interior. La costumbre de poner la lavadora y tender la ropa en una estancia antes de marcharse es un error.
- Introducir en los armarios y en los cajones bolsitas absorbentes de humedad que se venden en cualquier establecimiento.
- Colocar en cada habitación varios deshumidificadores. Son pequeñas cajas de plástico con una rejilla en el medio de su interior. Encima de ella se coloca una bolsa con un granulado que absorbe la humedad de modo que debajo se va recogiendo el agua sobrante.
- Cerrar la llave de paso del agua para evitar fugas o filtraciones.
- Realizar un mantenimiento para sellar posibles juntas y grietas por donde podría entra el agua en caso de llover.
- Instalar sistemas de ventilación forzada por parte de profesionales. Resulta caro, pero se eliminan los gastos continuados que genera la humedad, de modo que puede compensar.