Por Rogelio Rodríguez Mendoza
Cd. Victoria, Tam.- El activista social, Miguel Ángel Segura, interrumpió la sesión del Congreso del Estado, para exigir justicia por el presunto secuestro de que fue víctima por ordenes del alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez.
Segura llegó al salón de Plenos acompañado de un grupo de habitantes de Altamira. Se instalaron en la zona de galerías donde colocaron dos mantas.
En una de ellas se leía: “El alcalde de Altamira, Armando N me mandó levantar por ejercer mi libertad de expresión”.
En la otra fue plasmada la leyenda: “En Altamira no existe la libertad de expresión. Levantan activistas y reporteros”.
Desde ese lugar, Segura narró, a gritos, que el pasado 20 de noviembre fue secuestrado durante más de 15 horas por ordenes del Presidente Municipal, por lo que demandó a los diputados su intervención para que se agilicen las investigaciones.
La protesta ocurrió cuando la panista, Marina Edith Ramírez, leía una iniciativa en tribuna, por lo que la presidenta de la mesa directiva, Gabriela Regalado, llamó al orden repetidas veces a los manifestantes, pero sin éxito.
Cuando Ramírez concluyó su iniciativa y pidió dispensa de turno a comisiones para aprobarla, la mesa directiva decretó un receso para que todos los diputados recibieran una copia, aunque en realidad la intención fue evitar que los manifestantes siguieran con su protesta.
En entrevista, el manifestante detalló que los hechos ocurrieron durante un evento público en la Laguna de Champayán.
Ese día, junto con otras personas colocaron unas lonas para denunciar los excesos del edil y el rezago que padece Altamira, por lo que, en respuesta fueron golpeados por sujetos enviados por el alcalde, quienes además retiraron las mantas.
Minutos después, precisó, fue “levantado” durante casi 15 horas por desconocidos que lo mantuvieron “paseando” a bordo de una camioneta. Uno de sus agresores fue Joel Gerardo “N”, gerente de la Comapa
“Todos esos hechos quedaron asentados en la denuncia. Estoy esperando que se me haga justicia. Este no es un tema político. Hoy me ocurrió a mi pero le puede suceder a cualquiera” indicó.
Dijo que desde el día de los hechos no regresa a su casa por temor a ser agredido nuevamente.
“No somos chapulines. Somos gente de trabajo. No venimos a pedir limosna. Venimos a pedir justicia”, gritaban los otros manifestantes.
“Somos de Morena, con trayectoria de izquierda. No somos un partido para que siga lo mismo”, expresaron.