Pese a que se acerca la temporada de pesca de la Totoba, la coordinación de la Profepa en el Alto Golfo de California, hábitat de la vaquita marina, continua sin titular, esto luego de que el contrato por honorarios del biólogo Diego Alonso Zamora Uribe expirara el 31 de diciembre del año pasado, y hasta la fecha no ha habido presupuesto para poderlo recontratar.
Profepa carece de recursos
Del mismo modo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ha confirmado que carece de recursos para renovar los contratos de inspectores federales eventuales.
Actualmente, en el Puerto de San Felipe, en Baja California, sólo hay tres inspectores de planta de la Profepa, quienes permanecen la mayor parte del tiempo en un remolque que es usado tanto de oficina como de dormitorio dentro de las instalaciones de la Zona Naval.
Por su parte, en el caso del Golfo de Santa Clara, Sonora, el cual también forma parte del hábitat de la vaquita marina, no hay ningún inspector federal asignado desde marzo de 2017, fecha en la que pescadores furtivos incendiaron embarcaciones menores de Conapesca y camionetas de Profepa.
Se acercan observadores internacionales
Ivonne Higuero, secretaria general de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), confirmó que, entre marzo y abril, tendra lugar la tercera visita de observadores internacionales al Alto Golfo de California, durante la época en que las hembras de Totoaba, especie en peligro de extinción, se acerca a la orilla a desovar.
La Totoaba, conocida como la “cocaína del mar” debido a su alto valor en el mercado negro de China, es capturada ilegalmente por pescadores furtivos con el fin de comerciar con su buche o vejiga natatoria, que tiene un costo promedio de 39 mil pesos el kilogramo, misma que en Hong Kong, tras ser deshidratada se cotiza hasta en un millón de pesos.
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Sin avances en la conservación de la vaquita marina
Durante la última reunión del Comité Permanente del CITES, instruyeron a la Secretaría General a enviar una nueva misión de observación a México, con el fin de revisar los supuestos avances del llamado Plan de Acción de Cumplimiento, que el Gobierno de México tuvo que aplicar para impartir sanciones a la exportación de especies protegidas.
Pese a esto, la comunidad internacional señala que México sólo presenta datos y cifras de recorridos, retenes o revisiones realizadas en San Felipe, Baja California, mas no presenta avances en el cumplimiento de la regulación que prohíbe el uso de todas las redes de enmalle, decomiso de totoabas o sanciones contra pescadores furtivos, así como acciones que representen una esperanza para la supervivencia para la vaquita marina.