La victoria del Guadalajara sobre el Forge le sirve mucho al proceso de Fernando Gago.
Fue una victoria contundente de las Chivas (1-3) que llega en un gran momento, porque demuestra que Cade Cowell, estrella del juego, puede ser de utilidad para el equipo; porque muestra que Ricardo Marín es una gran opción en la delantera.
Y porque el archirrival, el América, perdió en Nicaragua.
El triunfo era más que obligado, ya que el rival, el Forge, es un equipo de una liga semiprofesional como lo es la Premier canadiense, que ni siquiera está en actividad, y que tiene jugadores que no se acercan a la calidad que tiene el Rebaño.
Pero había que ganarles.
Chivas presentó un cuadro alternativo, comenzando con la aparición en sociedad del México-español Oscar Whalley, con varios novatos en defensa y media cancha y con Cade Cowell como punta de lanza en el ataque.
Y el México-estadounidense no desentonó, al marcar dos goles y dar asistencia en uno más.
Pero el equipo ayudó, porque Chivas empujó, jugó en campo del rival, y por eso el “Oso” González en el área grande asistió a Cowell que definió a base de potencia (26’).
Empató enseguida el Forge (32’), un buen centro al que no le pudo llegar Whalley, quien recogió el balón de sus redes sin responsabilidad alguna, pero el resultado nunca estuvo en riesgo.
Antes de culminar la primera parte, Cowell mandó un centro medido a Ricardo Marín quien de cabeza puso el segundo a favor de los mexicanos (46’).
El juego estaba decidido.
En la segunda parte, el “Chapo” Sánchez, también se acercó al área canadiense y asistió Cowell quien definió como gente grande (62’).
Hasta Whalley brilló, atajando un tiro a quemarropa que pudo poner en la serie al Forge, pero nada cambió el marcado.
El triunfo le vino de maravilla a las Chivas que y tiene un pie en la siguiente fase… No como otros.