Alfredo Guevara
Cd. Victoria, Tam.-
Aunque el envío de remesas registró un aumento promedio anual del ocho por ciento en el 2023, la economía del país sigue siendo inestable, al no atreverse a mantener su mano de obra y ser uno de los principales que expulsan migrantes a Estados Unidos.
En el peor de los casos, es que ahora ya no solo se trata de braceros, como lo fue durante años, sino un mayor número de personas de clase media, es decir, profesionistas, que representa una fuga de cerebros y no sólo de mano de obra, consideró Jorge Alfredo Lera Mejía, vicepresidente de la Liga de Economistas Revolucionarios (LER).
Consideró que más allá de festejar el nuevo récord en la recepción de remesas, de mexicanos radicados en el extranjero, que fue de 63 mil 286 millones de dólares, consideró que sin el envío de los dólares de Estados Unidos, México no podría subsistir.
“Es una posición bipolar, no es un lujo hablar de que la principal fuente de entrada de divisas, por encima de la exportación de petróleo, la derrama que deja el turismo o la inversión extranjera directa, depende del envío de las remesas”, expuso.
Agregó que de los 38 millones de mexicanos que residen en alguna parte de los Estados Unidos, 12 millones son ilegales y el resto realizan alguna actividad productiva de manera legal, que le envían remesas a diez millones de familias establecidas en México.
“Si se estima un promedio de cuatro personas por familia, estamos hablando de que alrededor de 40 millones de mexicanos viven de las remesas que le envían sus familiares que viven en los Estados Unidos, representando la quinta parte de la población en México”, explicó el economista.
Añadió que si bien a diciembre del 2023 el promedio anual en la recepción de remesas se incrementó un ocho por ciento, histórico en los últimos diez años, hay una ligera desaceleración comparativamente con el mismo periodo del 2021 al 2022 que fue de un 13.4 por ciento.
Desafortunadamente, la gente que se está trasladando a los Estados Unidos e ingresando de manera legal o ilegal, no solo son braceros, sino personas de clase media y profesionistas que no encuentran trabajo en México.