Agencias.-
Este mes del amor es fundamental cultivar el tipo de afecto más importante: el amor propio. Por eso te compartimos este ritual de San Valentín que implica la práctica de aceptarse, valorarse y tratarse con amabilidad y compasión.
El endulzamiento de amor propio es un ritual que tiene como objetivo fortalecer y nutrir la relación que tenemos con nosotros mismos o nuestro entorno sin dañar o tocar el campo energético de las personas a nuestro alrededor.
Este ritual en específico se basa en la idea de que, al igual que cultivamos relaciones amorosas con otras personas, también debemos cultivar una relación amorosa con nuestro propio ser, algo que en ocasiones no es tan sencillo.
A través de prácticas conscientes y simbólicas, como la meditación, la visualización y el uso de elementos naturales, como velas, hierbas o cristales, podemos crear un espacio sagrado para reconectar con nuestra esencia y reafirmar nuestro valor interno.
LO QUE VAS A NECESITAR
Un frasco pequeño
Pétalos de rosa
Canela
Azúcar
Miel
Una vela roja o rosa
PASOS A SEGUIR
Preparación del espacio: Encuentra un lugar tranquilo y cómodo donde puedas realizar el ritual sin interrupciones. Crea una atmósfera relajante con velas aromáticas, música suave o incienso.
Intención y visualización: Toma unos momentos para establecer tu intención para el endulzamiento de amor propio. Visualízate a ti misma rodeado de una luz cálida y amorosa que te envuelve y te llena de energía positiva.
Elección de elementos simbólicos: Selecciona elementos que te inspiren amor propio y autoaceptación, como velas rosadas (que representan el amor incondicional), cristales como el cuarzo rosa (que promueven la autoestima y la compasión) o hierbas como la lavanda (que fomenta la relajación y el equilibrio emocional).
Creación del espacio sagrado: Coloca tus elementos simbólicos en un altar o un lugar especial donde puedas realizar el ritual. Enciende las velas y, si lo deseas, puedes recitar una afirmación o una oración que refuerce tu amor propio.
Meditación y reflexión: Siéntate en silencio durante unos minutos, cerrando los ojos y respirando profundamente. Conecta con tu corazón y reflexiona sobre todas las cualidades positivas que posees. Permítete sentir gratitud y amor por ti misma.
Ritual: Dentro de un pequeño frasco, colocarás tu nombre escrito en tinta roja acompañado de las palabras que queremos proyectar como amor y seguridad, posteriormente colocaremos pétalos de rosa, azúcar, miel y canela. Al finalizar sellaremos con la cera de una vela rosa o roja.
Agradecimiento y cierre: Una vez que hayas completado el ritual, agradece por el amor y la compasión que has cultivado hacia ti misma. Apaga las velas y guarda tus elementos simbólicos en un lugar especial, recordándote a ti misma que siempre puedes recurrir a este espacio sagrado cuando necesites reconectar con tu amor propio.