Alfredo Guevara

Cd. Victoria, Tam.-
Si bien durante el año pasado hubo pérdidas naturales en los hatos por el impacto de la sequía, para la ganadería de Tamaulipas el 2024 será todavía más complicado, por los pronósticos nada halagadores que se tienen, admitió Cuauhtémoc Anaya García.

El Subsecretario de Desarrollo Pecuario y Forestal expuso que ante un escenario difícil se ha recomendado a los productores el uso de pastos de corte, ensilajes, es decir, almacenar alimentos en tiempos de cosecha conservando la calidad, suplementos con minerales y melaza para mantener el ganado.

NO ALCANZA

Recordó que si bien el Gobierno del Estado buscará la forma de apoyar a los productores, sobre todo los que menos recursos tienen, para que conserven su hato ganadero, el recurso que se dispone no alcanza para respaldar a todos los que se dedican a esta actividad en Tamaulipas.

“Durante el año pasado tuvimos una pérdida natural en los hatos que afortunadamente no rebasó a una situación extrema ocasionada por la sequía, de hecho, no hubo reportes de pérdida de animales por ese motivo”, explicó el funcionario.

El ganado que no alcanzó a sobrevivir en el 2023 por los estragos de la sequía, es decir, falta de agua y alimentación, fue por condiciones normales, en otras palabras, enfermedades, era ganado de mayor edad y otras causas que iniciaron con una pérdida de peso que ya no se pudo recuperar.

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HAY QUE PREPARARSE

Por ello, estableció Anaya García consideró que lo único para los productores pecuarios, es irse preparando a lo que pudiera venir este año y actuar con corresponsabilidad a los programas y acciones implementados por el Gobierno del Estado.

Indicó que “el gobierno no va a ir y decirle a los productores qué es lo que tienen que hacer en un año que para la ganadería será más complicado que el anterior (2023), ellos (los ganaderos) ya saben qué es lo que tienen que hacer y prepararse con anticipación, toda vez que enfrentar los retos de una sequía debe ser lo principal para los productores pecuarios”, sostuvo.

Apuntó que en la medida que los productores se preparen, se puede mitigar los daños que pudiera dejar la ausencia de precipitaciones pluviales para la ganadería.