Yadira Hernández / El Sol de Tampico
Durante el primer bimestre del año, Tamaulipas ha experimentado un alarmante aumento de hasta un 80 por ciento en los casos de infecciones estomacales, con un total de diez mil casos reportados, en comparación al 2023 en el mismo periodo.
Las infecciones intestinales continúan siendo una preocupación para la salud de los habitantes de Tamaulipas. Según el último informe del boletín epidemiológico nacional, en lo que va del año un total de 23 mil 518 personas han necesitado atención clínica debido a estas enfermedades.
Esta cifra es casi el doble de los 13 mil 552 casos registrados en el mismo período del año pasado en 2023. Afectando severamente a la población en general, al presentarse el malestar en menores y adultos mayores.
El epidemiólogo en Tamaulipas, Sergio Uriegas Camargo, informó que las autoridades de Salud han iniciado los trabajos de prevención conformando por los comités con las diversas instituciones de médicas, con el objetivo principal es fortalecer las estrategias y acciones epidemiológicas que permitan la disminución de este tipo de enfermedad.
“Se evaluarán las acciones que se implementarán en los próximos meses para atender las urgencias, como las relacionadas con las enfermedades diarreicas, que se incrementan durante la temporada de calor”, dijo.
Entre las principales enfermedades que atacan el estómago y los intestinos, generalmente son ocasionadas por bacterias, parásitos, virus y algunos alimentos, como leche y grasas, provocado principalmente por consumir alimentos en la calle.
La Secretaría de Salud puntualiza en realizar las medidas preventivas al consumo de los alimentos y la vigilancia a este tipo de establecimientos a fin de evitar las afecciones intestinales.
“Es importante que se tomen las precauciones con medidas cotidianas, como lavarse las manos antes y después de comer, lo que evitará para propagación de estas enfermedades estomacales”.
Las autoridades sanitarias alertan sobre la presencia de factores que aceleran la descomposición de los alimentos, incluso cuando su apariencia no muestra evidencia de ello, con especial énfasis en los productos del mar. Aunque un alimento pueda parecer fresco, pueden existir bacterias presentes que representen un riesgo para la salud.
