Alfredo Guevara
Cd. Victoria, Tam.-
A un exceso en el retiro de elevadas sumas de dinero de los cajeros automáticos del Banco del Bienestar, atribuyó el delegado federal Luis Lauro Reyes Rodríguez el hecho de que en determinadas horas del día o de la noche no haya efectivo.
Y es que, tan solo en el mes de enero, a los adultos mayores se les hizo un depósito de 12 mil pesos a cada beneficiario, que en lugar de ir retirando de los cajeros conforme fueran necesitando dinero, sacaron todo y eso ocasionó que en cuestión de horas la máquina se quedara sin efectivo.
Citó que hay jóvenes que hicieron lo propio al cobrar su beca, posiblemente para traer dinero, cuando en todo caso pudieron retirar una parte y posteriormente otra cantidad, tomándose en cuenta que el dinero ahí permanecerá.
Admitió que los cajeros del Banco del Bienestar en ocasiones son insuficientes para disponer de dinero que es retirado por los beneficiarios del programa adulto mayor o jóvenes becados, de ahí que una empresa de traslado de valores esté recorriendo a recargar el efectivo.
La Capital del Estado cuenta con tres Bancos de Bienestar, uno en el eje vial, otro cerca de la entrada a la colonia la Moderna y centro de la Ciudad, donde la queja principal es que no hay dinero suficiente en los cajeros, además de largas filas para poder retirar el recurso que les deposita el Gobierno federal.
“Se imaginan 200 personas retirando 12 mil pesos cada una de ellas”, expuso el funcionario federal.
Y aun cuando el recurso lo puede retirar a través de otras instituciones bancarias, convino en que los beneficiarios no lo hacen porque les cobran una comisión de por lo menos 30 pesos por cada retiro.
Lamentó que los beneficiarios desconozcan por ejemplo que el dinero depositado a su cuenta nadie se los va a quitar y que, como en cualquier otra institución bancaria, ahí permanecerá el recurso hasta que sea retirado por las personas adultas mayores o los jóvenes.
Incluso, de utilizar la tarjeta para realizar pagos por servicios.
Reveló que la Sebien está a la espera de firmar un contrato con una empresa que traslada valores, con el objeto de que esté al pendiente y nunca falte dinero en los cajeros del Banco del Bienestar.