Agencias
A pesar de haber tenido un retraso de 20 minutos conforme a lo que marcaba el horario, Kendrick Lamar salió al escenario principal Axe Ceremonia para cumplir con creces las expectativas de su presentación en la edición once del Axe Ceremonia.
Tras siete años de ausencia en México, el ícono de las rimas, que fue el artista más esperado de primer día de actividades, incluso desde las primeras horas del festival, conquistó a los presentes. Y es que el artista no se había presentado en nuestro país desde el año 2017.
“¡México! Quiero expresar mi amor hacia ustedes por recibirme nuevamente en este hermoso país. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, pero he sentido su energía todos estos años. Esta noche seremos libres”, dijo a los miles de asistentes.
Playeras con las portadas más icónicas del músico nacido en Compton, el barrio enigmático del hip hop ubicado en California, fueron utilizadas por la mayoría de los asistentes, quienes además usaron gorras y otras prendas alusivas a Kendrick Lamar.
“DAMN” y “To Pimp a Butterfly” fueron algunas de las imágenes más mostradas en los atuendos de los asistentes. Desde el primer tema, Kendrick fluyó en el micrófono, demostrando el porqué es uno de los máximos exponentes de la historia del rap.
Antes de que Lamar conquistara a su apasionado público, Grimes ofreció un espectáculo visual acompañado música en el escenario AirMax, cuyas pantallas y luces la hicieron destacar en el centro de éste; la artista canadiense logró convocar a una cantidad considerable de personas, que se entregaron bailando al ritmo de sus beats.
