Rogelio Rodríguez Mendoza
Cd. Victoria, Tam.-
Entre los agricultores de Tamaulipas hay optimismo luego de que el Senado de la República determinó eliminar el veto al uso del glifosato, afirmó el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Congreso del Estado, Edgardo Melhem Salinas.
El también coordinador de la bancada del PRI dijo que la aprobación del uso del herbicida evitará el encarecimiento de los costos de producción para el sector agrícola.
Recordó que el pasado 22 de octubre la Cámara alta del Congreso de la Unión reconsideró la prohibición de importar y fabricar glifosato, que durante muchos años ha sido el principal herbicida usado en la agricultura del país.
La medida fue respaldada por todas las fuerzas políticas representadas en el Senado, porque había consenso respecto a que el glifosato es un producto necesario para la producción agrícola, sin que ello implique poner en riesgo la salud de las personas ni afectar el medio ambiente.
Sobre ese mismo tema, dijo, el Congreso del Estado emitió un exhorto a los legisladores federales para que apuraran la eliminación de la prohibición, lo cual al final ocurrió.
De haber continuado la prohibición, habría sido un duro golpe al sector agropecuario porque los precios de producción se encarecerían.
Era por ello, explicó, que había mucha inconformidad por parte de los agricultores de Tamaulipas.
Reiteró que el uso del glifosato es seguro para la salud humana, y además es mínimo el impacto que genera en el medio ambiente, por lo cual se continuará aplicando en los procesos de producción de alimentos.
En enero pasado, Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, advirtió que prohibir el uso del glifosato, como está proyectado para este uno de abril, hubiera significado un suicidio para el sector agrícola del país.
“Este herbicida es una herramienta indispensable para aumentar la producción, reducir las importaciones y avanzar en la autosuficiencia alimentaria que se perdió en esta administración en maíz y frijol”, señaló en esa ocasión.
Y añadió: “La insistencia de un grupo radical del gobierno en la prohibición del glifosato carece de fundamento científico sólido. Parece obedecer más a una ideología que a un compromiso con la salud pública”.
