Mariela Macay / El Sol de Tampico
Mucho se ha dicho que Tamaulipas requiere de la lluvia de un huracán para abastecer sus presas, cuyo nivel disminuye diariamente ante la mirada angustiante de la población, que requiere del líquido para trabajar y lo más indispensable para consumo humano, ¿será que esta angustia desaparecerá con la llegada de un próximo fenómeno?
La agencia de investigación sobre el clima y el tiempo tropical creada por CSU Tropical Group compartió una lista de sus proyecciones de huracán para este 2024 y sorpresa: se incluye Tamaulipas.
De acuerdo con el sitio web https://tropical.colostate.edu/TC_impact.html existe 41 por ciento de posibilidades de que un huracán llegue a Tamaulipas, y de que este sea de categoría mayor es de 16 por ciento. Mientras que para la llegada de una tormenta la proyección es de 47 por ciento.
Este grupo de investigación explicó que hizo una selección de todas las tormentas, huracanes y huracanes importantes con nombre que se han registrado dentro de las 50 millas de cada masa terrestre entre 1880 y 2020.
“Las estadísticas a largo plazo muestran que, en promedio, cuanto más activa es la temporada general de huracanes en la cuenca del Atlántico, mayor es la probabilidad de que un huracán toque tierra en Estados Unidos”, informó.
Otras versiones apuntan que este fenómeno podría impactar en la entidad en mayo, sin embargo, con una visión más objetiva y conservadora, empresarios de la Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas (Aistac) informaron que las autoridades esperan lluvias entre mayo y junio.
Estas son las razones por las que Tamaulipas anhela ‘lluvia de huracán’.
En febrero del 2022, el hoy titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga, analizó sobre la necesidad de la lluvia de un huracán.
“Lo que necesitamos no es un año simplemente normal o un año ligeramente bueno, necesitamos un evento extraordinario, una depresión tropical, una tormenta tropical o de plano un huracán, eso es lo que se requiere para todas las presas”, declaró cuando aún no era funcionario estatal.
