José del Carmen Perales Rodríguez
Cd. Victoria, Tam.-
En menos de un año el precio del relleno de agua purificada del garrafón de 20 litros, en los llamados molinos de agua que operan en la Ciudad, se ha elevado en promedio 40 por ciento, siendo precisamente el mes de abril cuando se han aplicado estos aumentos.
En un recorrido por algunos establecimientos, se pudo constatar que a partir de este fin de semana, e incluso días antes, se ajustaron al alza los precios cuando menos dos pesos, aunque el costo al consumidor final varía dependiendo de las tarifas que aplique cada comercio.
De acuerdo con los propietarios de estos establecimientos, la demanda ha crecido, en parte por el desabasto de agua, pero también porque las pipas han elevado sus costos, a grado tal de que tienen que contratar por su cuenta en algunos casos.
De esta forma, los molinos de agua, que estaban cobrando por el relleno 15 pesos, pasaron a elevarlo a 17 pesos, mientras que aquellos que cobraban 16 lo subieron a 18 o 19 pesos, lo que anticipa que para el verano podría haber otro ajuste al alza, que lo llevaría a 20 pesos.
ANÁLISIS DEL AUMENTO DE PRECIOS
En este sentido, de abril de 2023 al presente mes, es decir en el último año, el costo de este servicio se elevó de 12 y 14 pesos a entre 17 y 19 pesos, alrededor de cinco pesos en promedio, sin que aparentemente exista justificación, aunque los propietarios aducen costos de operación.
La posibilidad de que se registre un nuevo incremento en los precios de este insumo que en la mayoría de los hogares es imprescindible, está ligada al pronóstico sobre las condiciones climáticas, que anticipan una sequía todavía más severa que en años pasados.
Dependientes de establecimientos de este tipo con los que se tuvo un diálogo informal, manifestaron que en las últimas semanas se ha elevado la demanda de agua purificada en alrededor del 30 por ciento, “siempre ocurre en estas fechas, cuando comienza a apretar el calor”.
Puntualizaron que algunos consumidores reaccionaron con sorpresa, pues, aunque solo son dos pesos, “hay quienes acuden hasta con cinco o más garrafones, al menos dos veces por semana, pero al final lo aceptan porque el agua de la llave ya no se puede consumir directa, como hace muchos años”.
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