Alfredo Guevara
Cd. Victoria, Tam.-
La primera planta desalinizadora en Tamaulipas podría construirse en Altamira, con una inversión de 1.5 millones de dólares por una empresa cuyas instalaciones se encuentran a escasos kilómetros de las aguas del mar, confirmó el alcalde de esta población, Armando Martínez Manríquez.
Señaló que los empresarios lo único que buscan es que el Gobierno del Estado les ayude en obtener los permisos que se requieren para iniciar la construcción de esta planta, ante dependencias como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría del Medio Ambiente en Tamaulipas, entre otras.
Tras ganar la elección el pasado domingo e ir por un nuevo periodo de tres años como alcalde en Altamira, adelantó que en sus primeras acciones está elaborar un proyecto ejecutivo integral de las 16 lagunas del sur que comprenden el sistema lagunario, además de construir un dique en la zona conocida como El Moralillo.
Paralelo a ello, dijo que por parte del Municipio se hizo una licitación pública nacional para la construcción de una planta para el tratamiento de aguas residuales, con una inversión de 660 millones de pesos por parte de la iniciativa privada, que, a través de la aprobación del Congreso local, del Municipio y Gobierno del Estado se concesionará a 25 años la operatividad.
“La construcción de la planta será en el sector de la pedrera, que es donde están todas las industrias, que de los 600 litros por segundo que se le otorgue a la empresa cuando haya agua, será una fuente para no seguir explotando la laguna, y todas las aguas residuales del centro de la ciudad, se van a tratar, a reutilizar y se les venderá a las industrias”, explicó.
Dijo que lo anterior, luego de que se tocara fondo, al quedarse sin agua el sistema lagunario, que en más de 75 años no se había presentado una situación de esa naturaleza y las proyecciones que tienen para los próximos años dependencias como la Conagua, que cada vez dejar de llover porcentajes altos, como sucede en este año con un 40 por ciento menos que en el 2023.
Martínez Manríquez admitió que por espacio de varios días Altamira se quedó sin agua, al secarse el sistema lagunario.
Sin embargo, algunas empresas ofrecieron su agua y el Municipio empezó a trasladar a la población a través de camiones cisternas, algunas de estas donadas por la administración estatal.
