En las últimas semanas, los contagios de una bacteria se han multiplicado en Japón y ha reavivado el temor a una nueva pandemia. Los epidemiólogos consideran la situación controlada, pero el aumento de la presencia del estreptococo pyogenes es considerable y sus consecuencias pueden ser graves.
Según cifras oficiales difundidas por el Ministerio de Sanidad japonés, se han registrado 977 casos de infección y 77 muertes atribuidas al estreptococo pyogenes, también conocida como una “bacteria carnívora”. La cifra es superior al récord de 941 casos reportados durante el año pasado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas
Japón alertó a su población de que la “bacteria carnívora” puede causar la muerte en dos días si los síntomas se agravan.
Esta bacteria, con un índice de mortalidad de hasta el 30 por ciento, provoca síntomas como fiebre, dolor muscular y vómitos, y puede llevar a un fallo multiorgánico afectando la presión arterial.
A diferencia del Covid-19, el estreptococo pyogenes es una bacteria conocida y documentada desde hace años aseguró el Pablo Javier Álvarez Soler.
Se contagia a través de contactos muy estrechos por vía respiratoria, oral o por inoculación directa», señaló Álvarez Soler.
Además, de infecciones respiratorias y de la piel, esta bacteria puede ser mortal en casos severos.
Aunque el repunte de casos en Japón es preocupante, la autoridades de Japón han asegurado que el estreptococo pyogenes puede ser tratado con antibióticos como la penicilina y la amoxicilina, con una tasa de resistencia menor al 5 por ciento en España.
Japón ha informado que los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados, deben tener precaución. En particular, los niños pueden sufrir complicaciones graves, como deterioro renal o infección sistémica.
¿Qué es el estreptococo pyogenes?
El estreptococo pyogenes, también conocido como estreptococo del grupo A, es una bacteria grampositiva responsable de una amplia variedad de infecciones en humanos.
Este microorganismo es conocido por su capacidad para causar enfermedades tanto leves como graves, afectando principalmente a las vías respiratorias, la piel y los tejidos blandos.
Entre las infecciones comunes causadas por el estreptococo pyogenes se encuentran la faringitis estreptocócica, la escarlatina y las infecciones cutáneas como el impétigo.
Los síntomas de estas infecciones suelen incluir fiebre, dolor de garganta, erupciones cutáneas y lesiones en la piel. Aunque estos cuadros clínicos son generalmente tratables, la bacteria puede provocar complicaciones severas si no se maneja adecuadamente.
Una de las formas más graves de infección por estreptococo pyogenes es la fascitis necrotizante, también conocida como la «bacteria carnívora», que destruye rápidamente los tejidos blandos y puede ser fatal si no se trata de inmediato. Otra complicación severa es el síndrome de shock tóxico estreptocócico, que puede llevar a un fallo multiorgánico y muerte.
El estreptococo pyogenes se transmite principalmente a través del contacto directo con secreciones respiratorias o lesiones en la piel de personas infectadas.
Las medidas de higiene, como el lavado de manos y el manejo adecuado de heridas, son esenciales para prevenir la propagación de esta bacteria.
Afortunadamente, el estreptococo pyogenes responde bien a tratamientos antibióticos como la penicilina y la amoxicilina. Sin embargo, la rapidez en el diagnóstico y tratamiento es crucial para evitar complicaciones graves y reducir el riesgo de mortalidad.