agosto 21, 2024
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julio 15, 2024 | 107 vistas

Arnulfo Mata Huerta

Allá por 1971 un chavillo se presentaba en el campo deportivo Embarcadero jugando el jardín central del equipo Rieleritos de la Sección 36 que entrenaba y dirigía el ferrocarrilero Rafael Romero.

Era Hugo Enrique Ruíz Camero hijo de Manuel Ruíz, pitcher de la región naranjera de Santa Engracia y de buen control y una curva muy dominante con el que yo como receptor tuve la oportunidad de recibirle en varios partidos en el desaparecido Praxedis Balboa, pero como ese pasaje es otra historia hay la dejamos de ese tamaño para proseguir con el cuestionamiento.

Por ejemplo Hugo Enrique jugaba con todo, fildeando y bateando era muy efectivo y me tocó verlo jugar cuando un servidor era mánager del equipo Materiales Uribe Mora y siempre nos llamó la calidad de Hugo Enrique en aquellos lejanos años de Liga Pequeña Victoria A.C.

Pasado el tiempo lo perdimos de vista en el panorama deportivo hasta que lo encontramos portando el uniforme del equipo Cuerudos donde hizo una gran temporada bajo los tres postes.

Esta es en parte la vida deportiva de Hugo Enrique Ruíz Camero conocido como “El Gato” Ruíz.

Como es un jugador sencillo honrado y leal le solicitamos una entrevista para lectores de El Diario de Victoria y que los aficionados de la “nueva ola” conozcan la vida deportiva de este personaje que dejó huella en el beisbol infantil, futbol amateur y profesional.

He aquí las preguntas y respuestas

P.- Enrique, ¿qué recuerdos de aquel tiempo cuando jugabas beisbol en el campo Embarcadero?

R. – Recuerdo con afecto a mis entrenadores, Santiago Pérez, Emeregildo Colchado y Rafael Romero, también recuerdo un juego de estrellas donde conecté de cuadrangular.

P.- ¿A quién tenías de compañeros?

R. – Tenía a Manuel y Sergio Veloz, Gustavo Quijano,

P. – Años más tarde, ¿Cómo llegas al futbol amateur?

R. – Nos cambiamos de barrio de la colonia Nacozari al barrio de la colonia Gómez, y de allí empieza mi carrera como futbolista.

P.- Menciona algunos de los equipos con quienes jugaste y en qué Ligas?

R. – En el futbol amateur jugué con el Botafogo, mundo acuático y Cosmos, puros equipos del barrio de la colonia Gómez.

P. – ¿Cómo te formas como portero?

R. –  La posición se dio de manera circunstancial ya que no asistió al partido el portero Hermano de Calixto Márquez.

P.- ¿Y cómo llegas al equipo Cuerudos? – ¿Quién te invitó?

R. – Después de jugar un nacional con la selección Tamaulipas donde salimos campeones, llegó la invitación de don Benito Haces.

P. – ¿Cuál fue tu juego más importante que recuerdas como portero ya jugando con los Cuerudos?

R. – Mi juego más importante, fue mi debut en Querétaro contra Los Gallos Blancos.

P. – Todos tenemos en la vida algo que nos haya pasado en una forma muy peculiar. Tú por ejemplo, ¿podrías contarnos una de tus muchas anécdotas de tu vida deportiva?

R. – Por primera vez contaré una anécdota que me pasó en Veracruz estando de suplente en el estadio Luis Pirata Fuente, me di cuenta que no llevé mis tachones y pues afortunadamente no me tocó jugar en ese partido.

P. – ¿Paraste algún disparo de Penalti, en qué juego y dónde?

R. – Recuerdo a ver parado un penal jugando en el estadio universitario, jugando un partido de Correcaminos de Tercera División contra una selección amateur en Ciudad Victoria. Quien pateó ese penal fue Carlos Velázquez al cual le atajé el penal.

P. -¿Por qué te retiras del futbol profesional?

R. – Me retiro por una fractura en un tobillo, estando activo en el equipo Correcaminos.

P. – Actualmente, ¿cuántos años tienes y cómo es tu vida familiar?

R.- Tengo 64 años de edad, me encuentro bien, disfrutando de mi familia y por su puesto de mis nietos.

¿Has recibido invitación para regresar al juego del futbol?

R.- De momento no he recibido alguna invitación para seguir jugando.

P. – Por último Enrique, ¿qué mensaje dejas a los niños y jóvenes que juegan futbol?

R. -Que se entreguen a la carrera al cien por ciento alejándose de los vicios y hacer algo extraordinario dentro de la cancha y en los entrenamientos, como llegar primero e irte al último.

Y así culmina el diálogo con este ejemplar jugador que aún conserva sus recuerdos de niño beisbolista, joven jugador de futbol y ya disfrutando de la vida familiar.

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