Rogelio Rodríguez Mendoza
Recuperar la disponibilidad forrajera de Tamaulipas va a ser tardado por los daños que ocasionaron ocho años de sequía continua, advirtió el presidente de la Unión Regional Ganadera de Tamaulipas (UGRT), José Guerrero Gamboa.
Admitió que las últimas lluvias han beneficiado en mucho al campo y permitirán que los potreros se recuperen, aunque no al nivel de los tiempos de excelencia de la ganadería.
“Fueron buenas lluvias y lógicamente que se va a recomponer el campo en cuestión de pastizales en potreros, pero no va a ser algo inmediato. Tuvimos una situación crítica al grado de que nos quedamos sin zacate. Fue una sequía muy dura”, refirió.
Tan severa fue la sequía que obligó a muchos ganaderos a vender parte de sus animales para evitar que murieran por falta de alimento.
“Fuimos bendecidos con las lluvias, gracias a Dios que llovió. El porcentaje de muerte de becerros subió. Hubo salida (venta) de ganado, sobre todo vacas flacas, la gente malbarató, sí hubo ventas drásticas de ganado en lugar de que murieran las vendían a un costo menor”, señaló.
Las lluvias beneficiaron a prácticamente todas las actividades agropecuarias.
Los agricultores están optimistas porque las presas están a su máximo nivel y garantizan el riesgo de las poco más de 300 mil hectáreas que se siembran en los distritos de riego 025 y 026.
En igual condición están los citricultores del estado, que pronostican una excelente cosecha para el año próximo.