Yadira Hernández / El Sol de Tampico
Establecimientos que se dedican a la venta de tortas son monitoreados por la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), a través de diversas pruebas para detectar algún tipo de riesgo para los comensales.
El coordinador de Coepris, Nicolás Berúmen Avalos, mencionó que entre las verificaciones que llevan a cabo supervisan los establecimientos de comida, entre los que se encuentran este tipo de alimentos, realizando el examen de cada uno de los ingredientes.
“Agarramos una torta y la ponemos en tres partes iguales, una pieza se queda como testigo, otra parte se queda con el dueño y la tercera se envía para su análisis a Ciudad Victoria, en donde se analiza todo el contenido”, dijo.
Uno de los platillos más solicitados por los turistas que acuden a conocer la zona sur es la torta de la barda, que forma parte de la gastronomía culinaria de los tampiqueños y sin duda se convierte en un requisito indispensable al visitar esta parte de la entidad.
Durante las inspecciones, los verificadores de Coepris supervisan que los establecimientos cumplan con las normas sanitarias vigentes, incluyendo la correcta manipulación de alimentos, la limpieza de las áreas de preparación y la adecuada conservación de los ingredientes.
“Es importante que se tenga la calidad correspondiente para la elaboración de este platillo como de cualquier otro alimento para evitar afectaciones en la salud de los comensales”, explicó Berumen Avalos, refiriéndose también a las condiciones de los equipos y utensilios utilizados en la elaboración de las tortas.
En la zona sur existe una gran variedad de tortas, que van desde la tradicional de la barda, compuesta por más de diez ingredientes, hasta las de pierna, barbacoa y cochinita, que con el paso de los años se han convertido en el platillo principal de los turistas.
