Agencias
El director artístico de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, Thomas Jolly, negó haberse burlado de la Última Cena de los evangelios en uno de los momentos del espectáculo, criticado por la extrema derecha y el episcopado católico.
En uno de los momentos del pasado viernes, aparecía un grupo de personas en una larga mesa, incluidas varias drag queens, de acuerdo con varios usuarios de redes sociales, la escena recordaba a la Última Cena.
Incluso la Conferencia Episcopal Francesa (CEF) condenó el sábado lo que considera “escenas de mofa y burla del cristianismo”. Pero según Jolly, dicha obra sacra “no fue la inspiración, la idea era un gran festival pagano”.
En el mismo sentido, el comité organizador de los Juegos dijo que no hubo intención de faltarle el respeto a nadie ni “a ningún grupo religioso en absoluto. Si alguien se sintió ofendido, lo sentimos mucho”.