España sufrió y tiró de personalidad. Empezó dubitativa. Sacó de centro y el balón le duró 10 segundos. Miranda y Barrios se chocaron en un balón dividido. Álex Baena y Arnau Tenas le regalaron el primer gol a Francia en el minuto 12, con Enzo Millot aprovechando un mal pase de Baena y un error de colocación de Arnau. 1-0 nada más empezar y el más difícil todavía, pero España ya lo superó en semifinales contra Marruecos, que jugaba ‘en casa’, en Marsella.
Los de Santi Denia se vieron de nuevo por detrás en el marcador y otra vez con mayoría de afición contraria, pero fueron capaces de sobreponerse.
Francia solo había encajado un gol en todo el torneo, ante Egipto, y España le metió tres en diez minutos. En un arrebato de talento encabezado por Fermín López, un futbolista que ha sido diferencial en los Juegos Olímpicos y que ha superado a Kiko como el máximo goleador español en un torneo de fútbol olímpico. El primero, el de la igualada, en el minuto 18, cuando Baena comenzó a redimirse de su error.
El del Villarreal, máximo asistente la pasada temporada en las cinco grandes ligas, se inventó un pase para Fermín, que está bendecido. Balón que dispara, balón que acaba en gol, incluso a pesar de pegarle mordido.
Pero la exhibición de Fermín en el torneo no acabó ahí. Los franceses solo podían pararle con faltas, duras; dos en los primeros 20 minutos. Sin embargo, el centrocampista volvió a aparecer para recoger un rechace a un remate de Abel Ruiz y hacer el 1-2 en el minuto 25.
El mismo día que el Barcelona oficializó el fichaje de Dani Olmo, Fermín López mandó un mensaje a Hansi Flick desde el Parque de los Príncipes: está para ser protagonista. Como lo fue Baena, quien continuó redimiéndose de su error inicial. Colocó con mimo el balón en una falta en la frontal, quitando el espray del colegiado, no quería que nada le molestara. Y puso el balón en el fondo de la red.
Con la ayuda, eso sí, del guardameta Guillaume Restes, que no vio salir el balón y no se tiró a por él. Y de redimirse supo también Arnau Tenas, quien sostuvo el 1-3 al descanso cuando más apretaba Francia en unos balones laterales en los que España sufrió todo el torneo. Gran parada a Mateta, a bocajarro, y los de Santi Denia se fueron al descanso avisados de que iban a sufrir.
Y así fue. Francia dominó y encerró a España en su campo, en un arte de defender en bloque bajo de la que no es experta. Y lo pagó. Solo el travesaño en el minuto 57 y otra gran parada de Arnau Tenas en el 72 privaron a los galos de recortar distancias antes, pero el empate francés llegó. Creados ambos goles en centros laterales.
El gran debe de España en estos Juegos Olímpicos. Falta que puso Michael Olise, rozó Maghnes Akliouche en el primer palo y se coló en la portería de Arnau Tenas. Minuto 79, Francia a un gol y alentada por 48.000 gargantas que se dieron cita en el Parque de los Príncipes para apoyar a los suyos. Y no dejaron de creer hasta el final, consiguiendo su premio.
En el minuto 90, un agarrón de Miranda sobre Kalimuendo en el segundo palo, en un saque de esquina que se iba largo, lo revisó el colegiado brasileño Ramón Abatti en la pantalla del VAR y señaló la pena máxima. Mateta no perdonó, anotó su quinto gol del torneo y mandó la final a la prórroga.
Con un once de circunstancias, con cinco defensas sobre el terreno de juego y solo un atacante, en el intento de resistir antes de la prórroga. Así afrontó España el tiempo extra. Y tuvo que aparecer la calidad individual de los futbolistas que no estaban llamados a protagonizar ese momento.
Pase filtrado de Adrián Bernabé para Sergio Camello, quien entró por sorpresa en la convocatoria en detrimento de Samu Omorodion, y el del Rayo Vallecano tiró de sangre fría, esperó la salida del portero y lo superó con una vaselina para volver a adelantar a España en el minuto 100.