Al menos 69 palestinos murieron en la Franja de Gaza en las últimas 48 horas por los ataques de Israel, lo que sitúa el balance total desde octubre del Ministerio de Sanidad del enclave, gobernado por Hamás, en 40 mil 74 víctimas mortales.
A todos ellos se suman los en torno a 10 mil cuerpos que continúan entre los escombros del enclave, completamente devastado, y los al menos 92 mil 537 heridos que desde que comenzó la guerra han sido víctimas de los constantes bombardeos e incursiones terrestres.
El ataque más violento de la jornada se produjo contra una vivienda en Zawayda, en el centro de Gaza, donde un bombardeo israelí mató a 15 personas, todas miembros de la familia Al Ajla.
Hamás, que gobierna en Gaza, condenó enérgicamente la “masacre”, que “provocó la eliminación total del registro civil de una familia completa”, algo que desde el inicio de la guerra se ha convertido en una posibilidad en la Franja, ya que muchos de los ataques israelíes sorprenden a familias que se refugian juntas en viviendas y campamentos.
Zawayda era una de las zonas a las que Israel ordenó evacuar a los habitantes de Ciudad de Gaza antes de expandir su incursión terrestre en la capital.
Además, el Ejército lanzó un ataque aéreo contra el campamento de refugiados de Nuseirat, también en el centro de Gaza, que mató a seis personas -dos de ellas niños-, cuyos cuerpos fueron trasladados al hospital Al Awda de la zona.
En total, desde la madrugada los bombardeos del Ejército israelí mataron en Gaza a un total de 21 personas.
Estos bombardeos se producen mientras las fuerzas armadas llaman a evacuar cada vez más áreas del centro -que hasta ahora, en comparación con el norte y el sur de Gaza, permanecía como un área libre de este tipo de advertencias, aunque no de ataques-, como el este de Deir al Balah o el campamento de refugiados de Maghazi.