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El CEO de Telegram, Pavel Durov, fue detenido en el aeropuerto Le Bourget en París tras llegar de Bakú, Azerbaiyán.
Durov enfrenta acusaciones relacionadas con la falta de acciones para evitar el uso de Telegram con fines criminales, como fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción de terrorismo.
Francia emitió una orden de arresto en su contra, y Durov comparecerá ante un tribunal francés.
Reacción de Rusia y acusaciones de censura
Rusia acusó a Francia de negarse a cooperar después de la detención de Durov, afirmando que no se les ha permitido acceso consular.
La Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, sugirió que la verdadera razón del arresto es un intento de cerrar Telegram, que se ha convertido en un bastión de la libertad de expresión.
Moskalkova criticó a las autoridades francesas por acusar a Durov de delitos graves para justificar la censura.
Contexto y controversias en torno a Telegram
Telegram, con más de 900 millones de usuarios activos, ha sido objeto de controversias por permitir la creación de grupos masivos, lo que ha llevado a acusaciones de facilitar la propagación de información falsa, así como contenido extremista y criminal.
A diferencia de otras plataformas como WhatsApp, Telegram ha resistido las presiones de los gobiernos occidentales para moderar el contenido, al tener su sede en Dubái y beneficiarse de la neutralidad de las leyes locales.
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