septiembre 14, 2024
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agosto 26, 2024 | 115 vistas

Arnulfo Mata Huerta

Mario Román Maldonado Vázquez fue un incansable coordinador en la Dirección Deportiva de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde colaboró con los entonces responsables del deporte universitario, iniciando en el período del rector Jesús Lavín Flores, siendo Director de Deportes el licenciado Enrique de la Garza Ferrer.

Siempre frente a su computadora, otras veces presentándose en los juegos, ya fueran de preparación o de campeonato, y con sus fieles compañeros como el Dr Eugenio Alvizo Gonzalez(+), la siempre valiosa y atenta Ma. de Jesús Cárdenas de la Fuente “Marchelito”, José Guadalupe Medina Peña “El Púas”, Mauricio Contreras “El Águila” (+), y César Walle Galván, quienes colaboraban en las estadísticas.

Pero como todo tiene un principio y un fin, un día 28 de febrero del 2020 se decidió a firmar su renuncia, luego de 44 años de antigüedad, habiendo laborado desde 1976, inicialmente en la Dirección de Planeación y Desarrollo, correspondiéndole el número nominal de empleado 125, desempeñándose con responsabilidad y puntualidad.

De momento no lo podía creer tal decisión, a sus 62 años de edad y faltando aún tres años más para alcanzar la jubilación por vejez, que marca el régimen en vigor del IMSS para que un trabajador se pensione. Pero era realidad su solicitud y aunque un poco expectativo firmó la renuncia.

Hizo una limpia en su escritorio, se llevó lo suyo y todo terminó.

Ahora felizmente pasa los días en su hogar ya sin preocupación alguna, solamente recordando aquellos tiempos de viajar a otros estados y participar en las reuniones donde se discutían los problemas que confrontaba el deporte de las tacleadas.

Le solicitamos una entrevista para conocer sus puntos de vista sobre el sentir de ya no presentarse a sus labores cotidianas. Aceptó y este es el cuestionario de preguntas y respuestas.

P.- ¿Mario cómo se encuentra luego de trabajar por años en Deportes de la UAT?

R.- “En efecto, me encuentro en mi casa, retirado de toda actividad laboral, disfrutando de la tranquilidad y la armonía del hogar, al lado de mi esposa Martha F Díaz Linares, profesora recientemente jubilada también, mis hijas Berenice y Remoline con nuestras nietas Melani Anaí y María Fernanda. Sobre todo me encuentro feliz, y muy agradecido, principalmente con Dios, por la vida, por todos los beneficios y las personas, que a lo largo de mi trayectoria tanto laboral y personal puso en mi camino, e hicieran posible que yo pudiera alcanzar mis encomiendas y propósitos que me propuse, y poder así llegar a este momento de reposo, el cual disfruto al máximo y trato de vivir cada día, en libertad, sin compromisos o responsabilidades, creo que con la edad se va uno despojando de ataduras y esquemas sociales, de tal manera que a estas alturas de mi vida ya no me es importante lo que los demás piensen de mí, las prioridades de nuestra vida cambian, hoy señalamos en primer orden la buena salud, tanto física como mental, y hasta hoy, reitero, Gracias a Dios lo disfruto a cabalidad.”

P.- ¿Le sorprendió la renuncia?

R.- “No, de ninguna manera, es muy cierta tu expresión de que todo tiene un principio y un fin”. Hay etapas, periodos, incluso generaciones, que le van dando la forma o estructura a cualquier organismo, institución o empresa, lo que obviamente nos lleva a hacer una retrospectiva, y puedo comentar que la mayor parte de mi vida fue dentro del ámbito universitario, a los tres años que llegué de mi pueblo natal Llera, Tamaulipas, y mis 18 años de edad ingresé a laborar en 1976, a la Dirección de Planeación y Desarrollo a cargo del Lic. Enrique de la Garza Ferrer, como dibujante de medio tiempo en virtud de que a la par, inicié mis estudios en la Facultad de Agronomía, en el periodo del rector Jesús Lavín Flores, así que de alguna manera, a mi nivel por supuesto, me tocó ser protagonista todo el proceso evolutivo de la UAT, en 1983 cuando el Ing. Humberto F. Filizola Haces deja la Dirección de Deportes para ascender a Secretario General de la misma, en el periodo del rector José Manuel Adame Mier, y fue precisamente que el licenciado Enrique de la Garza ocupa la Dirección de Deportes y un servidor también es asignado a ese ámbito deportivo universitario. Y desde entonces hasta el mes de septiembre del 2018, que fuimos relevados a otra área de trabajo de Infraestructura Deportiva, en donde finalmente, por decisión propia, en febrero del 2020 di por concluida mi relación laboral con la Universidad Autónoma de Tamaulipas, de la que me siento honrado, afortunado y agradecido, por haberme acogido, instruido, formado, y dado un trabajo que me permitió el sustento digno para mi familia.”

P.- ¿La considera justa?

R.- “Claro, en nuestra vida hay ciclos que se van cerrando y abriendo nuevas expectativas de vida, incluso en ámbitos diferente, como cualquier trabajador que se ha desempeñado por un largo periodo de años, debe dar paso a las nuevas generaciones, con ideas innovadoras”. “Hay ciclos y el mío terminó, creo que desde algunos años antes, una persona que, ha cumplido el ciclo laboral establecido para ello, deja de trabajar por su edad, o años de servicio, cómo en mi caso.”

P.- ¿No le hace mella la nostalgia de ya no presentarse en los juegos?

R.- “Yo relaciono la nostalgia o añoranza con algo de insatisfacción, en mi caso me siento absolutamente saciado, y para nada siento nostalgia sobre las actividades o el trabajo en sí, al contrario, me siento relajado, sin responsabilidad o compromiso formal a cuestas, lo que extraño ocasionalmente es a la gente con quienes interactué, y las amistades que cultivé al largo de mi vida laboral, con certeza puedo decir que cerré un ciclo con activos positivos, tantas y tantas experiencias vividas, buenas y no tan buenas, tantos compañeros y amigos que tuve oportunidad de conocer y convivir, que por lealtad a la amistad y la gratitud no los nombro, porque puedo incurrir en la injusticia de omitir nombrar alguno, pero cada uno de ellos sabrá el lugar que ocupa en esta historia de aproximadamente 44 años de trabajar en la UAT, para la UAT, y por UAT. Mi Dignidad y Orgullo.

P.- ¿A qué se dedica o cuál es su pasatiempo favorito?

R.- “La verdad debo confesar que soy egresado de la Facultad de Agronomía de la UAT, pero nunca ejercí tal profesión. Actualmente no tengo actividad preponderante alguna, he descubierto mi verdadera vocación es el ocio, la convivencia familiar y algunos viajes de recreación, acordes a nuestro presupuesto de la pensión de jubilados.”

P.- ¿Es feliz en casita?

R.- “Definitivamente, siempre hay cierto temor e incertidumbre de qué sucederá con nuestra vida cuando se pensione, la expectativas varían desde los más optimistas que se volverán emprendedores de sus propios proyectos, o nuevas actividades económicas, otros entran en depresión y confusión, en mi caso por mi mente transitaron varias ideas de actividades de autoempleo, sin embargo, descubrí que si dejé de trabajar es porque requeriría tiempo para mi persona y mi familia, disfrutando la vida desde otra perspectiva, con el monto mensual de la pensión económica de mi esposa y un servidor es suficiente para no preocuparnos por la subsistencia, además de dejarle el lugar o la oportunidad de una actividad económica a los jóvenes que apenas inician una vida familiar o laboral, nuestro tiempo ya pasó. Y soy muy feliz con mi estilo de vida actual, yo por mucho tiempo no conviví con mi familia, sin pretexto de trabajo, así que ahora dedico todo mi tiempo a la convivencia familiar y estoy muy feliz. Mi distracción básicamente es en las diferentes plataformas digitales de información, con temas relacionados con historia, cultura y costumbres de las diferentes regiones geográficas, algo de la actualidad del ámbito deportivo, evito los temas políticos o de religión”.

“Considero que son los mejores momentos en nuestra vida son con la familia, lo mejor de lo mejor, la convivencia familiar, cuando la circunstancias lo permitan, se debe procurar disfrutar al máximo, esos momentos, pero sobre todo poner en medio de nuestras vidas la presencia de Dios”.

P.- Inge. ¿Molesto con alguien?

R.- “Con nadie, mis años laborales me permitieron conocer muchas personas y personajes, que incluso con los cuales diferíamos en la interpretación, solución e inconveniencias de algunos temas. La cortesía y cabalidad ponderan cualquier mal entendido o resentimiento.

P.- Algo que quiera agregar

R.- A propósito, aprovechando la ocasión y les reitero las GRACIAS incluidos mis amigos de las crónicas deportivas de todos los tiempos, incluido a usted Arnulfo Mata Huerta, decano indiscutible de la crónica deportiva en la región y más allá, a todos los que han enriquecido mi mundo con su apoyo, con su lealtad, con su optimismo, con su afecto.

Gracias a Dios por guiarme y escuchar mis ruegos; a mis padres, quienes con su ejemplo me enseñaron los valores fundamentales de Respeto, Honestidad y Dignidad, a mi querida familia, que comprendió mis tiempos; a mis superiores, que fijaban metas para que las cumpliera por el bien de nuestra institución. Quizás los gratos momentos compartidos serán por siempre motivo de echar de menos, pero con la seguridad de haber realizado nuestro mejor esfuerzo, con lealtad, solidaridad, identidad y sentido de pertenencia, con responsabilidad y honestidad, sustentado en nuestras capacidades de sostener lo dicho con nuestras acciones. Gracias por todos estos años, que me brindaron algo de experiencia y cierta dosis de sabiduría puedo disfrutar con dignidad la nueva etapa de mi vida, porque cuando fue mi época, pude dar lo mejor de mí, por propia convicción.” Saludos fraternales, Dios les Bendiga.

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