José del Carmen Perales Rodríguez
Cd. Victoria, Tam.-
Lo mejor que le podría pasar al sector restaurantero ante una posible reforma a la Ley de Alcoholes de Tamaulipas, sería que se contemple una recategorización de los establecimientos para que se les cobre acorde a la actividad preponderante que tengan, y no de forma generalizada.
El expresidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Pablo Reyna Quiroga, comentó lo anterior y agregó que desde hace más de diez años se han hecho propuestas que no fueron aterrizadas por diversos motivos.
“La incongruencia radica en que un bar vende exponencialmente más alcohol que un restaurante-bar, por ejemplo, cien cartones de cerveza a la semana contra uno o dos respectivamente, sin embargo, terminan pagando una licencia de alcoholes de hasta 80 mil pesos anuales”, expuso.
En ese sentido, el empresario restaurantero consideró que se deben sentar las bases de una regularización de esos establecimientos, para que las autoridades que los vigilan o autorizan su funcionamiento revisen con la ley en la mano la forma en que están operando.
“En las dos administraciones estatales anteriores se hicieron propuestas en el mismo sentido, pero no hubo eco, es muy sencillo que quienes venden más alcohol que alimentos paguen más, acorde a la actividad preponderante que tengan y se constate”, precisó.
Reyna Quiroga agregó que hay diversas opciones para que aterrice esa propuesta con los candados suficientes, que eviten se realice una actividad de forma encubierta, como ha sido detectado en años pasados, para lo cual consideró indispensable endurecer la supervisión.
“Por ejemplo, que se revisen escrupulosamente las facturaciones por concepto de alcohol, los inventarios, la supervisión aleatoria y sobre todo que se apoyen en la Canirac, que solo afilia restaurantes y restaurantes-bar, no a bares ni cantinas. Que se reforme la Ley de Alcoholes, pero se privilegie la transparencia y regulación”, finalizó.