septiembre 22, 2024
Publicidad

El desamor la llevó a triunfar en Canadá

agosto 30, 2024 | 159 vistas

Patricia Azuara

Cd. Victoria, Tam.-
Una decepción amorosa la llevó a dejar su lugar de origen, Tampico, Tamaulipas. Ahí empezó la que sería su verdadera historia, entre la nieve y las monumentales cascadas del Niágara; eligió Canadá para poner punto final a todo lo que le dolía.

Corría el año de 1999 cuando Griselda Azenet García Guzmán quiso dejar atrás el mal de amores que la aquejaba, por lo que decidió empacar sus maletas, salir del puerto jaibo, olvidarse de su trabajo como conductora de televisión y partir al país cobijado por las hojas de maple.

“Mi migración fue chistosa, me vine para Canadá huyendo del amor, unas amigas tenían planeado venir a Toronto a estudiar inglés y me vine con ellas, dije me voy, porque si me quedo seguiré repitiendo el patrón y regresando con el que entonces era mi novio”.

“Más que nada la desesperación de huir de una situación en la cual yo sabía que si me quedaba en Tampico seguiría así con esa persona, porque la verdad estaba muy enamorada. La decisión la tomé de un día para otro y me vine a perfeccionar el inglés y aquí me quedé”.

 

DÍAS DE SOLEDAD

Para Gris, el dejar a su familia, sus amistades y las tortas de la barda, y enfrentar la soledad migratoria en un país desconocido, fue su mayor reto; reto que terminó por vencer y desde hace 25 años radica en aquel país.

“Pasaron los cuatro meses que se suponía íbamos a estar, y decimos quedarnos otros dos meses más y luego se vino el cambio de año y decidimos recibir el año 2000 acá en Canadá, y así han transcurrido tantos años”.

Con el paso del tiempo su corazón sanó y volvió la ilusión. En Canadá un nuevo amor la esperaba; Griselda contrajo matrimonio con un francés, quien la flechó en el instante.

El choque cultural fue lo que más trabajo le costó, adaptarse a su nueva vida canadiense y a las costumbres de su entonces esposo no fue cosa sencilla, pero fue prueba superada.

“Al principio la migración fue un shock porque yo no pensaba realmente quedarme a vivir en Canadá, yo solo venía un tiempo y me iba a regresar, el cambio fue difícil, porque al principio no podía ni trabajar por mis papeles, no podía hacer nada, si era un poco frustrante, era un choque de cultura”.

 

GRIS, HOY

Actualmente trabaja en el Gobierno canadiense en el área de seguridad aérea, además intenta retomar su carrera en la conducción y realiza diversas entrevistas que difunde a través de sus redes sociales, sin olvidar su pasión por las manualidades.

“Ya tengo 25 años por acá, decidí no tener hijos, y adaptarme al cambio de clima yo estaba acostumbrada al calor de Tamaulipas, y ahora odio el calor, es algo que no aguanto, no soporto cada que voy a Tampico, sí me desespero porque finalmente me acostumbré al frío de Canadá”.

Aunque ya está completamente adaptada a este país, teme recibir noticias complejas de su familia y no poder estar presente, porque los separan miles de kilómetros. Y perderse momentos familiares es lo que en algunas ocasiones la ha llevado a querer volver.

“Cada vez que puedo voy a ver a mi familia a Tampico y cada año que voy organizamos viajes con mis amigos a los pueblos mágicos en México. Cada vez que voy me atasco de comida, todos los antojos, los tacos de cecina, yo creo que la comida de Tampico es de las mejores gastronomías del país”.

“Yo no migré por situación económica, no migré por ninguna situación de esas, migré por casualidad, por destino, y me quedé aquí y ahorita tengo casi el mismo tiempo de vivir en Canadá, lo que viví en México”.

A pesar de que vive plena y feliz entre la nieve canadiense, Tampico permanece intacto en su corazón y sus emociones. Cada que puede, regresa al lugar que la vio nacer, y donde la esperan ansiosos los suyos.

 

☀️ También puede interesarte:

No hay dinero para renovar ‘micros’

Comentarios