Rogelio Rodríguez Mendoza / El Diario Mx
Cd. Victoria, Tam.- El abandono de tierras agrícolas se sigue agravando en Tamaulipas debido a la poca rentabilidad de la actividad, denunció Agustín Hernández Cardona, expresidente de la Unión Regional Agrícola del Norte (URAN).
“Hasta hace un año teníamos un promedio de 50 mil hectáreas abandonadas porque sus dueños no tuvieron los medios económicos para seguirlas sembrando, pero en los últimos meses ese problema se ha complicado” señaló.
Atribuyó el hecho a los bajos precios de los granos y sobre todo a la ausencia de subsidios gubernamentales y la falta de créditos.
Se refirió al reciente ciclo de siembra Otoño-Invierno 2023-2024, en el que se levantó una cosecha de casi un millón 500 mil toneladas de sorgo.
“La tonelada se terminó vendiendo en un promedio de 2,900 a 3,500 pesos, lo cual no permitió ni siquiera recuperar el costo de inversión. Todos perdimos y eso va a tener consecuencias, que se comenzarán a ver precisamente con el abandono de más tierras” señaló.
Desánimo entre agricultores
Dijo que este ciclo de siembra ha sido el peor en la historia de Tamaulipas, precisamente porque no hubo un solo productor que obtuviera rentabilidad.
“Los que lograron vender la tonelada en tres mil, 500 pesos fue porque están organizados y tienen sus propias bodegas para almacenar su cosecha, y de esa manera se protegen de las presiones de los compradores. Pero la mayoría terminó vendiendo hasta en dos mil, 900 pesos” refirió.
De esa manera, mencionó, el desánimo se incrementó entre los agricultores, lo cual se está viendo desde ahora porque hay muchos que ya no están haciendo trabajos de preparación para el siguiente ciclo, lo que es un indicio claro de que no sembrarán.
“Por eso insistimos en que hay más tierras abandonadas este año. Es una situación grave porque afecta principalmente a los productores del sector social porque ellos tenían rentadas sus tierras y se ayudaban con lo que recibían, pero ahora ya no hay a quien rentarle” mencionó.
Hernández Cardona explicó que el fenómeno ocurre principalmente con tierras de temporal, sobre todo en los municipios que conforman el valle de San Fernando.
“La pobreza se va a complicar porque quienes resienten el golpe son los que menos tienen. En su mayoría son adultos mayores que vivían de lo que obtenían por la renta de sus tierras” reiteró.
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