Alfredo Guevara
Los productores de la zona norte de Tamaulipas acordaron la creación de un frente común para luchar contra las adversidades y el abandono total de las instancias de gobierno hacia quienes se dedican a esta actividad en tierras de riego o de temporal.
En los últimos dos años los precios han golpeado drásticamente por la tonelada de sorgo y maíz, además de que el combustible, insumos, semillas, fertilizantes registraron un incremento de un cien hasta un 300 por ciento, llevando al colapso o quiebra a quienes se dedican a esta actividad, aseguró Guillermo Aguilar Flores.
El Vicepresidente de la Unión de Ejidos Productores Agropecuarios del Valle de San Fernando expuso que en ese tiempo ninguna instancia de gobierno ha brindado apoyo a los campesinos, los que no cuentan con créditos ni seguro agrícola, de cobertura, catastrófico ni comercial.
“Cada día es una angustia y una desesperación por parte de los productores, los que preguntan qué, cuándo les llega el recurso anunciado de los 270 millones de pesos en apoyo por el bajo precio en la tonelada de sorgo, conscientes de que todavía es fecha que no se conocen reglas de operación y mecánica operativa para acceder a ese recurso”, declaró.
Señaló que mucha tierra se encuentra ociosa, con un productor descapitalizado, con sus hectáreas paralizadas al no quedar utilidad ni siquiera para labrar, toda vez que un tractor necesita llantas, combustible, refacciones, gasolina, operador y hasta gastos para comida.
Aguilar Flores insistió en que la ayuda que requiere el campesinado es económica, tomándose en cuenta que hay tierra de riego y de temporal donde solamente se necesita trabajar en tiempo y forma para hacerla producir y contribuir con la cadena alimentaria en el Estado y resto del país.
Dejó en claro que el apoyo económico prometido por el Gobierno del Estado debe ser en dinero, al exponer que el productor no le dará un mal uso y, por el contrario, lo aplicará de manera eficiente para impulsar la actividad agrícola.
Aseguró que el campo de Tamaulipas está colapsado, a punto de ir a la quiebra por el bajo precio en que se comercializan el sorgo y maíz, los elevados costos de los insumos y la falta de apoyo por parte de las instancias de gobierno a los productores.