septiembre 17, 2024
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Criticando a ‘Romper el Círculo’

septiembre 3, 2024 | 228 vistas

Lic. Ernesto Lerma

Esta adaptación del popular libro que nos habla sobre violencia doméstica obtiene una adaptación bien intencionada, pero la película con Blake Lively es un melodrama chato que intenta fusionar un esquema de novelita rosa clásico con temas actuales como la violencia de género y el empoderamiento femenino.

En la trama de esta cinta, una mujer vuelve al pueblo donde nació para asistir al funeral de su padre. Sus pocas ganas de ofrecer un discurso vivificante del difundo deja en claro que en ese vínculo hubo algo que no funcionó del todo. Algún flashback y algún comentario al pasar nos hará descubrir que el señor era un marido y padre violento, golpeador, bastante abusón.

El dilema de Lily, la protagonista, se dará cuando comience un romance con un neurocirujano con un temperamento bastante fuerte, algo que se terminará transfiriendo a la propia relación cuando algunos eventos confusos (no sólo por cómo ocurren, sino por la puesta en escena en sí) terminen con ella golpeada y disimulando con maquillaje los magullones.

Será el momento, entonces, de que Lily repiense el vínculo que construyó y analice si no está repitiendo lo que su madre vivió con su padre. A romper el círculo, entonces. La descripción del párrafo anterior no tiene nada de malo en sí. Con un material semejante se puede contar una buena o mala película.

“Romper el círculo” es de las segundas. La película de Justin Baldoni está basada en una de esas novelas de éxito, en este caso escrita por Colleen Hoover, que tiene la habilidad suficiente para combinar temas de moda con esquemas clásicos: aquí lo que tenemos es una novelita rosa sobre una chica tironeada entre dos hombres, con la diferencia que aquí el villano no es sólo un tipo desagradable, sino además un golpeador, violento y manipulador.

Es decir, así como en la década pasada estas novelitas se metían con enfermedades terminales (“Bajo la misma estrella” como ejemplo más exitoso), ahora recurren a temáticas actuales como la violencia de género y el empoderamiento femenino. “Romper el círculo” tiene de las dos cosas. El problema, claro está, es cómo un territorio tan sentado sobre la base de los clichés y cierta ligereza se entrelaza con un asunto bastante espeso.

El resultado: lo espeso termina siendo absolutamente anticlimático, a la vez que lo ligero del romance impide que algunas cuestiones sean registradas de modo más profundo. En todo caso había un camino, que era el de la autoparodia, primero con los chistes sobre el nombre del personaje de Blake Lively, Lily Bloom, básicamente flor de lirio en inglés, lugar común gigante si tenemos en cuenta que la mujer es fanática de las flores y está por abrir una florería.

Otro momento es cuando el médico que interpreta el propio Baldoni (a quien le gusta lucir su cuerpo desnudo a cada rato), se ríe con la idea de que se trata de un neurocirujano musculoso. Toda esta tontería, que causa gracia, rompe con el círculo de la ñoñería que es la película. Finalmente, Baldoni deja esa posibilidad atrás y estira este melodrama chato hasta que no quede página sin adaptar. Ahí nos acordamos de que había dirigido, anteriormente, “A dos metros de ti”, y sencillamente “Romper el círculo”, al lado de esa, es “El Padrino”.

Recordemos que “It Ends With Us” publicada en 2016, ha tenido un impacto significativo en la carrera de Colleen Hoover, consolidándose como una autora importante en el mundo editorial actual. La novela se ha convertido en un best seller y ha atraído a millones de seguidores (en su mayoría mujeres, aunque no debería ser así), quienes han elogiado su valentía al tratar temas tan desafiantes y su habilidad para abordar una historia de por sí difícil de contar.

Mi 7.5 de calificación para esta cinta, en el actual cine de Hollywood cuando se inició el proceso de llevar al cine la exitosísima novela, el reparto conformado por Blake Lively y Justin Baldoni como Lily y Ryle causó controversia entre los fanáticos porque en el libro Lily tiene 23 años y Ryle tiene 30, mientras que Lively tiene 35 años y Baldoni 39. Colleen Hoover, también productora de la cinta explicó en una entrevista que apoyaba la decisión de que los actores fueran mayores.

La cinta, dirigida por el mismo Baldoni no rehúye a la idea de que esta cinta está dirigida a un público joven. Por eso utiliza las estrategias que los cautivan para transmitir su mensaje y no hay nada malo en ello. Asimismo, el guión de Christy Hall es elaborado con mucho cuidado y sensibilidad, pese a lo edulcorada que resulta ser la película y a su enfoque en cómo lucen por encima de quiénes son y por qué actúan así.

Estamos hablando de tres protagonistas con una belleza tal que hace que nos olvidemos por momentos del tema central: el círculo vicioso de la violencia doméstica, sus causas y sus consecuencias. Ese es el tema que debería ser el centro de toda la historia y no un forzado triángulo amoroso. Ese fue el verdadero error de Hoover y de la adaptación de Baldini. Además, ese final feliz nos lleva a pensar erróneamente que toda mujer siempre debe tener a un hombre a su lado.

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