Yadira Hernández / El Sol de Tampico
Con más del 90 por ciento de los barcos viejos, elevados costos del diésel y nulos estímulos oficiales, la flota camaronera del sur de Tamaulipas enfrenta una de las crisis más severas en las últimas décadas. Por lo tanto, al menos tres de cada diez embarcaciones no zarparán al concluir la veda del crustáceo.
El sector camaronero en la zona sur se enfrenta a una grave crisis debido al aumento en el precio del diésel, que ha alcanzado más de 24 pesos por litro, aunado a la baja considerable en la captura del camarón.
La situación podría afectar la salida de las embarcaciones camaroneras, ya que mientras los armadores aseguran que este año se harán a la mar unas 160, otros sostienen que navegarán no más de 120.
Nicanor Fernández Cabrera, exempresario camaronero que por más de 50 años se dedicó a este rubro, mencionó que el encarecimiento en el precio del combustible y la problemática para subsidiar el diésel de Estados Unidos, al ser mucho más económico que en México, están afectando la posibilidad de mantener a flote sus actividades productivas.
“El costo del diésel está matando al sector camaronero. De acuerdo con lo que me comentan, de los 180 barcos que se tienen actualmente, considero que solo saldrán entre 110 y 120 embarcaciones este año. El problema es que para sacar un barco a flote se destinan 40 mil litros de combustible, lo que supera el millón de pesos, más todo lo que se incluye, y la captura es muy mínima, ya no es costeable”, dijo.
Al menos en la zona sur, más de diez mil familias dependen de manera directa e indirecta de la captura de camarón, entre armadores, tripulantes y las despicadoras del crustáceo.
Pese a la disminución de embarcaciones, Fernández Cabrera explicó que difícilmente podría desaparecer el sector, ya que, en su mayoría, por tradición, se mantiene vigente con la esperanza de aumentar su productividad en los próximos años.
Es un negocio que da el sustento a miles de familias que dependen de manera directa, y se está muriendo. Tenemos una severa crisis en el sector.
“Desde hace más de cinco años dejamos de acudir a Estados Unidos para comprar combustible porque allá se compraba muy barato; en ese tiempo en México tenía un costo de 21 pesos y allá estaba en 14 pesos, una gran diferencia en el costo. Actualmente, el precio del diésel es muy elevado, pues se vende en más de 24 pesos por litro”, explicó.
Por lo menos el 98 por ciento de los barcos tienen más de 40 años de operatividad, y los más nuevos tienen un aproximado de diez años.
“Cuando ocurre la veda, tenemos que llevarlo al varadero, donde se realiza el mantenimiento al menos dos veces al año, lo que implica una inversión aproximada de 600 mil pesos”.
El costo del diésel ha incrementado significativamente en los últimos años, encareciendo las operaciones de las embarcaciones que dependen de este combustible para sus labores diarias.
La situación se agrava con la baja en la captura del camarón, un fenómeno que algunos atribuyen a factores climáticos y a la sobreexplotación de las zonas de pesca. El también exalcalde de Tampico detalló que, de acuerdo con el sector, se prevé que este año solo salgan al mar 120 barcos de los 180 que se mantienen a flote actualmente.
“Hace 20 años contábamos con 300 barcos camaroneros, convirtiéndonos en la flota más importante del Golfo de México, pero esto ha decaído con el paso de los años debido a las complicaciones con el aumento del combustible y las reparaciones. Hace años el producto se distribuía a Estados Unidos; la mayoría era para exportación y solo una pequeña parte era para el consumo nacional, lo que convirtió al sector en rentable. Pero actualmente, la exportación realizada en Tamaulipas es muy mínima, y esto se debe a la inseguridad que ha permeado en el país”, amplió.