José del Carmen Perales Rodríguez
Cd. Victoria, Tam.-
La preocupación por la reforma al Poder Judicial es una realidad que permea no solo entre los abogados sino entre gran parte de la sociedad, e inclusive entre los mismos inversionistas, por el riesgo que se corre que pierda imparcialidad e independencia, aseguró Christian Pérez Cosío.
El secretario técnico de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio (Fecanaco) de Tamaulipas agregó que el supuesto apoyo de la sociedad a estos cambios es producto de una confusión y desconocimiento sobre las funciones de jueces y magistrados.
“Estamos de acuerdo que el Poder Judicial requiere reformas para que su trabajo sea más expedito y cada vez más profesional, pero uno de los factores que han garantizado las resoluciones que toma, ha sido su independencia y se corre el riesgo que se pueda vulnerar con la elección de jueces y magistrados por voto popular”, expuso.
El también abogado de ese organismo subrayó que es algo que preocupa a ese sector, por lo que tendrá que ser muy cuidadosa la selección de los perfiles de jueces y magistrados, porque la ley es compleja, técnica y son muchos aspectos que deben analizarse.
“Además, vemos que hay mucha confusión entre la sociedad respecto a lo que es el Poder Judicial y la administración o procuración de la justicia, la mayoría apoya la reforma, pero cuando concretamente se les preguntaba si conocían lo que hacía, se referían y cuestionaban a los ministerios públicos y las policías que son de otras áreas”, apuntó.
–¿Acabará la reforma con los amparos exprés a presuntos delincuentes?, se le cuestionó.
“La nueva reforma no garantiza que ya no haya amparos o resoluciones que puedan darse al margen de la ley, al contrario, podría resultar en que quienes lleguen a los puestos de jueces o magistrados en Tamaulipas, pudieran tener una línea política qué seguir o intereses de quienes los patrocinaron para poder llegar a ese cargo”.
En ese contexto, Pérez Cosío advirtió a quienes hoy están en el poder y en un tiempo pasarán a ser ciudadanos, que serán ellos quienes resientan los estragos de la pérdida de independencia del Poder Judicial.
“Se corre el riesgo muy alto que la administración de justicia ya no sea imparcial ni independiente, que son principios universales, no solo de México, sino que son rigen la justicia en cualquier país democrático”, concluyó.