diciembre 24, 2024
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Crea puentes entre México y Portugal

septiembre 20, 2024 | 151 vistas

Patricia Azuara

Cd. Victoria, Tam.-
Al buscar una nueva experiencia internacional, Alina del Carmen Di-Bella González encontró, a través de un intercambio estudiantil, un lugar en Lisboa, ciudad donde reside desde 2016.

Alina cruzó los continentes para llegar hasta la capital de Portugal, y gracias a la empresa donde aplicó, la ayudaron con el tema de la adaptación en el país donde planeaba radicar solamente un año, eso le facilitó el proceso.

Al acabar las prácticas del convenio establecido, la compañía donde se ubicó le ofreció trabajo y decidió aceptarlo; una empresa donde el cien por ciento de personal era portugués, lo que le permitió aprender el idioma en tres meses.

Su vida laboral dio un giro de 180 grados, ya que en Tampico trabajó como directora de carrera en una prestigiada universidad de México, y al llegar al Viejo Continente comenzó su trayecto dentro del área de negocios desde la tecnología.

“Sobre la adaptación, siento yo que a diferencia de otros países es más sencilla, pues aunque el idioma es diferente es muy similar al español, entonces puedes llegar a entender con unos meses de práctica”.

 

LO QUE MÁS EXTRAÑA

Además de su familia y amigos, la comida es de las cosas que más extraña de su querido Tampico, aunque pese a lo complicado que resulta conseguir los productos e ingredientes, trata de mantener la misma gastronomía en su día a día.

“Yo sigo comiendo como en México, mi huevito con jamón, mis migas con huevo, me hago mis taquitos en la comida, mis gorditas, tengo aquí mis kilos guardados de tortillas de harina, eso es primordial, no cambia, pero sí es difícil encontrar los productos”.

“Aunque debo reconocer que era más difícil al principio, cuando llegué, porque éramos como 500 en la comunidad en todo Portugal y ahorita ya somos como más de mil 500 mexicanos, aunque esos son los números de la embajada, pero hay mucha gente que no se registra”.

Pero independiente al tema de la comida, adaptarse al entono laboral también fue difícil, ya que, dijo, la gente en Portugal es muy directa y te dice las cosas “sin tapujos”. Tampoco dicen “salud” cuando estornudas, son esas pequeñas diferencias, que “te sacan de onda”, por increíble que parezca, recordó.

“Si hiciste algo mal, te lo dicen sin tapujos, entonces es acostumbrarte a eso modelos diferentes de trabajo, aquí no le dan vueltas a la situación como en México, que te suavizan a veces los regaños, aquí no, aquí es directo”.

“Al principio puedes sentir como ofensivo, pero entiendes que es cultural y tienes que meterte esa parte en tu cabeza, repetirte es cultural, es cultural es cultural, y eso me permitió comprender y adaptarme”.

 

GUSTOS SIMILARES

Además del idioma, otros aspectos muy similares con México, y por ende con Tamaulipas es el gusto por el futbol y la religión, lo que le permitió no pasar por ese “shock cultural”, como en países abismalmente diferentes al nuestro, sostuvo.

Durante el primer año de estancia, se enfocó en aprender sobre historia, cultura y geografía de Portugal, por lo que, al presentársele la oportunidad de permanecer un año más, no dudó en aceptar la propuesta.

Al terminar esos dos primeros años y poder regresar a México, llegó el momento decisivo de su vida. Después de analizarlo mucho, finamente ganó la balanza su nueva historia europea y la tranquilidad que le da.

“Una cosa que me marcó mucho fue que, platicando con mis papás, sobre si regresaba o no, probablemente tenía que buscar oportunidades en otro estado como ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, eran las opciones”.

“A mí me gusta Ciudad de México y platicando con mi mamá me dijo una frase muy importante que creo que también fue decisiva, me dijo “yo me siento más tranquila tú estando tan lejos en Portugal, que si estuvieras aquí más cerca en la Ciudad de México” por las cuestiones de inseguridad que desgraciadamente vive el país”.

 

TRANQUILIDAD

En ese entonces Lisboa era la tercera ciudad más pacífica en el mundo, reconocida a nivel internacional por la tranquilidad que prevalece, recordó al referir que eso fue lo que más la motivó a permanecer.

“La verdad es que sí, desde que yo llegué aquí me siento muy segura, puedo andar en la calle sola, no ando con preocupaciones, obviamente sí, como en todos lados, hay barrios inseguros, pero no como el contraste drástico que se vive en México”.

“Eso y las oportunidades laborales, dije me quedo aquí en Portugal acá en cinco años te dan tus papeles y puedes obtener la ciudadanía. Dije bueno ya que obtenga mis papeles se me abre Europa entera y puedo moverme a cualquier lado a trabajar”.

“Pasaron los cinco años obtuve mi ciudadanía, pero al final de decidí quedarme, me encanta Lisboa, me gusta mucho, se vive bien, sí han subido bastante los precios, ha habido mucha migración americana, pero a pesar de eso decidí quedarme porque la calidad de vida es muy buena”.

 

REDES DE APOYO

Para Alina, como para la mayoría de las personas que salen de su país, las redes de apoyo fueron muy importantes para acoplarse a su nueva vida y eso la llevó a fundar la “Red Global Mx Capítulo Portugal”, que es una asociación de voluntarios que busca crear un puente entre México y Portugal.

“Necesitas estar con alguien que entienda tus chistes para sentirte bien, necesitas a quién contarle tus problemas, qué es lo que pasa al vivir lejos de tu familia, y sin querer fui armando mi propia Red de apoyo, ya que al año funde la Red Global MX capítulo Portugal, que todavía existe después de siete años”.

Esta Red le dio a la oportunidad de viajar por todo el país, a donde llevó las campañas para presentar ¿quiénes eran? ¿qué hacían? y ¿qué buscaban? Y eso le facilitó creo su nuevo círculo social.

“La finalidad es crear puentes de negocios, de educación, de cultura tanto para hablar sobre Portugal en México, como de México en Portugal y en esos viajes que fui haciendo fui conociendo a muchos de los que ahora son mi grupo de soporte”.

En Portugal, la sociedad es un tanto cerrada y fría, por lo que hacer una amistad real con alguien no es cosa sencilla, refirió, sin embargo, el simple hecho de ser mexicana le abrió muchas puertas “tenemos una buena reputación a nivel internacional”.

Alina mantiene una estrecha comunicación con sus padres y eso le ayuda a no extrañar y olvidar los kilómetros de distancia que los separan, aunque la parte de las amistades tampiqueñas, sí ha mermado bastante.

Y aunque una oferta laboral estuvo a punto de hacerla regresar a México, el tema económico influyó para no volver y seguir escribiendo las páginas de historia en Portugal.

“Estoy bien, estoy contenta, me gusta mi vida acá, disfruto estar en Lisboa, poder moverme por Europa, viajar, me gusta estar con mis amigos, estoy ahorita muy feliz con mi novio, tengo mi casa, mi vida en Portugal es muy pacífica y es lo que yo siempre quise y aquí encontré”.

 

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