octubre 18, 2024
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Victorense le canta al mundo

octubre 18, 2024 | 51 vistas

Patricia Azuara

Cd. Victoria, Tam.-
“Es una historia muy larga”, respondió a la primera pregunta. Saúl Ávalos es un mariachi victorense que cruzó la frontera para hacer realidad sus sueños; 30 años después pudo decir “lo logré”.

Todo empezó a los 15 años, cuando Saúl dejó su natal Victoria y se fue a estudiar a Tampico a la Facultad de Música de la UAT, carrera que tuvo que abandonar por problemas familiares.

Está situación no afectó en nada el curso de su meta, pues nunca perdió de vista el objetivo: triunfar en el ámbito musical dentro del regional mexicano. Así que tomó su guitarra y, sin pensarlo dos veces, acudió con a una entrevista del grupo “La Mafia”.

En aquellos años esta agrupación pasaba por los mejores momentos de su carrera y su popularidad iba en ascenso. Saúl arribó al hotel donde se hospedaban en Ciudad Victoria y logró que lo escucharan, pero no tuvo mucha suerte.

El vocalista del grupo, Oscar de la Rosa, le dijo que estaban completos, pero que había un espacio en el equipo de trabajadores que armaban el escenario, oportunidad que decidió tomar aun cuando no era lo que esperaba.

Tras un año dentro del equipo técnico de “La Mafia” la serie de conciertos en México se acabó, por lo que la única posibilidad de continuar con ellos era migrar a Estados Unidos; fue ahí cuando tomó sus maletas y llegó a Houston.

 

UNA META INTACTA

Al arribar al vecino país se topó con la serie de reglamentaciones que el Gobierno estadounidense impone a todo aquel que busca laborar de manera legal en el territorio. Saúl tenía 17 años y una meta intacta.

“Estaba muy joven, no tenía una idea clara de lo que quería, y dije, yo me voy ya Houston para seguir con La Mafia, llegué allá busqué al grupo, pero las cosas ya no eran igual, tenías que tener permiso para poder trabajar”.

La situación no lo detuvo y tomó su guitarra para cantar en bares; con un golpe de suerte alguien lo escucharía y lo impulsaría, y así fue. Hijo de un padre huapanguero, por las venas de Saúl corre el talento y la pasión.

Luego de unos meses en un par de bares de la ciudad, una seguidora de su música lo ayudó a colocarse como violinista en “El Mariachi Tapatío”; esa fue la oportunidad que necesitaba para despegar.

 

Y DE AHÍ, AL MUNDO

Por su voz de tenor, rápidamente lo convierten en la primera voz, donde permanece una temporada en ese grupo para después saltar al mariachi “Jalisco”, donde pisó escenarios con Joan Sebastián, Lorenzo de Monteclaro, Los alegres de Terán, Jilguerillas, Cadetes de Linares, Maribel Guardia, entre muchos otros.

Mientras consolidaba su carrera, incursionó como maestro de música en una escuela financiada por el gobierno estadounidense, y aquí viene lo mejor.

Tuvo la oportunidad de adicionar para la ópera “Cruzar la cara de luna”, de Leonard Foglia, y logró un espacio en la que fue la primera ópera con mariachi que se escribió a nivel mundial; fue en 2010 e hizo el papel de “Chucho”.

Siete años duró la puesta en escena, lo que permitió tener presentaciones en diferentes estados del vecino país y llegó hasta Francia.

“Acá la música mexicana se reconoce mucho, se valora mucho, incluso actualmente tiene un auge en las escuelas y entre los jóvenes, de hecho, vamos a hacer un taller en Ciudad Victoria próximamente, lo que me tiene muy entusiasmado”.

 

ALCANZÓ EL SUEÑO AMERICANO

Saúl ni siquiera conocía el sueño americano y lo alcanzó de la mejor manera, aunque el principio no fue fácil, Estados Unidos lo acogió de la mejor manera, y este año cumplió tres décadas en ese territorio.

“Sí hay discriminación, pero también hay mucha gente bondadosa, hay muchos americanos que valoran la música mexicana, en el grupo que yo trabajo actualmente nuestra clientela son gente nacida aquí”.

“Yo creo que el éxito depende de las metas que uno se ponga, uno de mis sueños era cantar con el Mariachi Vargas, y lo logré, al mirar hacia atrás me siento muy contento, mis padres ya no viven, pero creo que se deben sentir muy orgullosos de mí”.

“Tengo una variedad de cantantes que me gusta, pero Cutberto Pérez es mi gran inspiración, también me gusta mucho Luis Miguel, tenemos grandes cantares en México, yo creo que esa es una de mis cualidades que me gusta ser versátil”.

Saúl es padre de tres mujeres, y aunque todas heredaron la voz de su papá y abuelo, solo la menor decidió seguir sus pasos, dentro del teatro musical.

Y aunque en ocasiones extraña la comida y a su gente victorense, ya se acostumbró a vivir en Houston, pero jamás olvidará los gratos recuerdos de su niñez y juventud, en la Capital de Tamaulipas.

“El camino no ha sido fácil, pero ha valido la pena, yo creo que todas las decisiones que tomas tienes que pagar un precio, en este caso yo quería ser músico, quise adentrarme en la música y ha valido la pena, hay muchas cosas logradas y aún hay mucho por delante”.

Actualmente trabaja duro para grabar su primera discografía en donde pretende tener diez canciones, entre covers y canciones inéditas, “si el éxito está en la mente, lo puedes lograr”.

 

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