octubre 22, 2024
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Fui a dar una plática y tocaron las fibras más sensibles de mi ser

octubre 22, 2024 | 42 vistas

Staff ED

Ciudad Victoria, Tam.- Solamente quien ha luchado contra el cáncer de mama en más de una ocasión sabe lo importante que es la prevención, la detección oportuna y las campañas masivas de difusión para evitar que continúen elevándose los índices de este tipo de tumores malignos.
Son los que más atacan a las mujeres y, aunque la reducción en los casos mortales va a la baja, aún hay mucha tarea por hacer para que crezca la cultura de la autoexploración, como primera herramienta de detección entre el género femenino.
También por eso crece el activismo a través de asociaciones civiles, como Un Cachito de Luz, que presta sus servicios a todas las pacientes oncológicas que son atendidas en Ciudad Victoria que lo soliciten, y que también hace de su labor la difusión de la prevención, con más énfasis en el “Mes Rosa”.
Con este objetivo, la fundadora y presidenta de la asociación lleva sus pláticas a cualquier espacio en donde sea escuchada; tal fue el caso del ejido Independencia, en el municipio de Jaumave, enclavado en la Sierra Madre Oriental.
La señora Magda Pérez se trasladó con premura al lugar por causas ajenas a su voluntad y, ante la imposibilidad de preparar su mensaje a las mujeres asistentes a la plática, tuvo que sacar palabras de su mismo corazón, generando un ambiente de gran empatía; ella misma lo narra.
“El pasado diez de octubre fuimos a dar una plática a la Sierra, justamente al ejido Independencia (…) normalmente me preparo con anterioridad para dar la plática, para que lo que voy a trasmitir sea comprensible y mis palabras lleven un mensaje que lo recuerden siempre; en esta ocasión no pude hacerlo porque regresaba de viaje en la madrugada”, explica.
“Respiré profundo y pedí a Dios pusiera las palabras en mi boca para dar un buen mensaje y llegar al corazón de esta bella gente, y de pronto me escuché platicando parte de mi historia en mi transitar por el camino de esta enfermedad, recuerdos que tenía tan guardados en mi corazón; me sentí en familia.”
Y es que la calidez de los pobladores de dicho ejido pronto puso a la señora Magda en una posición cómoda, de tal manera que la plática de concientización sobre el cáncer de mama se convirtió en una conversación íntima, que sacó a flote sentimientos guardados por mucho tiempo.
“De verdad estoy agradecida con Dios. Fui a dar una plática de concienciación y recibí el mejor de los regalos, me hicieron sacar mis recuerdos y tocaron las fibras más sensibles de mi ser, sacaron mis lágrimas y nos apapacharon; lo mejor de todo fue cuando pregunté ‘hay alguien que ha pasado por esta enfermedad’ y sólo hubo una persona. Gracias, gracias y gracias”, concluye su mensaje.
De esta manera, las sobrevivientes del cáncer de mama que se ponen en acción, para ayudar a otras en sus luchas, viven diferente este “Mes Rosa”, llamado así por estar dedicado a difundir todo lo relativo a esta enfermedad, que aún cobra la vida de muchas personas en todo el mundo.

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