noviembre 28, 2024
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Marineros que se tragó Otis reciben homenaje; realizan misa en Acapulco

octubre 26, 2024 | 176 vistas

A un año de Otis, el Club de Yates de Acapulco se convirtió en un templo para recordar a los que murieron aquí atrapados por el huracán.

Sonia Velázquez atendió la misa con la foto de su hijo Germán en las manos. El joven de 26 años trabajaba aquí. Fue encontrado entre botes destruidos ocho días después. Sus últimas palabras fueron” me voy a aventar al mar, mamá”.

En el primer aniversario, la madre cuenta para el noticiero nocturno de Nacho Lozano en Imagen Televisión: «No sé si vaya a aguantar todo esto, es muy doloroso y le pido a Dios mucha fuerza porque… me siento muy mal. Tengo otro hijo, tengo dos nietos y. de ahí me agarro…»

El recordatorio de Otis en el puerto de Acapulco estuvo marcado por ceremonias religiosas y coronas de flores.

En la catedral de Acapulco, el arzobispo Leopoldo González ofició una liturgia por los muertos. Y por los desaparecidos. Como Abigail, a cuya foto no le han colgado un epitafio, sino una frase que explica lo contrario al descanso: “Te seguimos buscando”. Así se lee en la lona presentada ayer en catedral.

Su hermano, Enrique Andrade, relata: «Encontraron la embarcación toda destruida, encontraron por fragmentos los motores, encontraron ropa de ellos que era el uniforme que utilizaban, ese uniforme no lo tenían consigo puestos»

Pero este primer aniversario de Otis será recordado por el dolor y también por el descontento.

Y es que cuatro bloqueos se registraron este viernes en avenidas de Acapulco. Todos protagonizados por personas que demandan ser incluidas en los censos de damnificados. No los de Otis, sino los de John, su hermano menor, y no menos destructivo, que con intensas lluvias barrió con playas y negocios turísticos principalmente de Puerto Marqués.

Roselia Marchan lo reseña así: «Es que nos afectó el huracán John, o sea, de por sí el huracán Otis ya nos había afectado y John nos vino a afectar un poco más (…) Queremos ser censados también nosotros porque queremos trabajar, no hay turismo…»

John es el último huracán de un linaje que solo ha dejado ruina al puerto. A esta familia pertenecen Otis, Manuel, Paulina.

Y se sumarán otros porque para Acapulco, tremenda paradoja, lo mejor y lo peor le viene del mar.

 

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