Sarah Boone, de 47 años, fue hallada culpable de asesinato en segundo grado por un jurado en Florida, tras confirmarse su responsabilidad en la muerte de su pareja, Jorge Torres Jr., de 42 años.
Los hechos se remontan al 24 de febrero de 2020, cuando ambos, en aparente estado de ebriedad, iniciaron un extraño “juego” en su apartamento que acabaría en tragedia.
De acuerdo con el testimonio de Boone, ella y Torres, en medio de una noche de consumo de alcohol, decidieron “jugar” al escondite, sugiriendo que él se ocultara dentro de una maleta.
Sin embargo, Boone declaró que, ante un cambio de “tono” en Torres, decidió dejarlo atrapado en la maleta por temor a un supuesto historial de abuso. La versión de Boone, sin embargo, fue refutada por la fiscalía, que presentó evidencia crucial que inclinó la balanza en su contra.
La clave en el juicio fueron las grabaciones que Boone realizó con su propio teléfono móvil, donde se escucha a Torres suplicar por su vida desde el interior de la maleta.
En el video, Boone no solo ignoró las súplicas, sino que se burla de él, mientras lo graba sin ofrecerle ayuda. La fiscalía subrayó que el tono y las palabras de Boone en la grabación evidenciaban una clara intención de no permitir que Torres escapara.
Durante el juicio, Boone alegó que no creía que su pareja estaría en peligro, pues pensó que él podría liberarse por sí solo. Sin embargo, al declarar, reconoció que en ningún momento intentó ayudarlo, incluso cuando, según su relato, él logró sacar una mano de la maleta.
Según Boone, ella optó por golpearlo con un bate de béisbol en la mano, pues temía que intentara salir y la agrediera, aunque esta versión fue ampliamente cuestionada por la fiscalía.
Otro aspecto polémico del caso fue el comportamiento de Boone a lo largo del proceso legal.
La acusada cambió de abogado en nueve ocasiones y realizó solicitudes inusuales, como ser arreglada por un profesional de maquillaje y peinado para el juicio, lo que generó críticas en la opinión pública.