Rogelio Rodríguez Mendoza
Porque los productores están en la quiebra, al menos unas 200 mil hectáreas se quedarán sin sembrar en el ciclo de siembra otoño-invierno 2024-2025, advirtió Marina Edith Ramírez Andrade, en coincidencia con la advertencia que en el mismo sentido han hecho dirigentes de organizaciones campesinas del norte del estado.
Explicó que ante la crítica situación económica por la que atraviesan los agricultores, sobre todo luego de las pérdidas que les dejó el bajo precio al que vendieron la anterior cosecha, se prevé que se quedarán sin sembrar por lo menos un 30 por ciento de las 700 mil hectáreas que cada año se programan en el ciclo.
“Los productores están estancados totalmente. Muchos de ellos no tienen ni para reparar sus tractores. No tienen el dinero”, expuso.
“Hasta en las refaccionarias, donde de alguna manera siempre habían obtenido crédito, se los están negando. Es muy crítico el problema”, abundó la diputada del PAN.
Además del bajo precio de la tonelada del grano rojo, también ha complicado la situación la decisión que tomó el Gobierno federal, de desaparecer más de 20 programas de apoyo para el campo.
“Será inevitable que la cosecha de granos del ciclo sea una de las más bajas en muchos años”, pronosticó.
La advertencia de la legisladora se suma a la que, en el mismo sentido han venido haciendo organizaciones como la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas.
La organización, considerada la más importante del estado, ha advertido que ya suman casi 80 mil las hectáreas abandonadas porque sus dueños optaron por abandonar la actividad agrícola, y alertó que cada año se irán sumando más.
La única alternativa para salvar al campo, señaló, es que el Gobierno federal reactive un programa de crédito para el sector agropecuario, “pero no se le ven muchas ganas”.