Grupos civiles intensifican la batalla contra los centros de detención de inmigrantes, plagados de denuncias, que tendrán que expandir su capacidad para facilitar el plan de deportaciones masivas de Donald Trump.
Ampliarían centros de detención
La nueva Administración ha comenzado a hablar con las compañías privadas que operan los centros de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para ampliar su capacidad, según reportaron al canal NBC.
La idea es duplicar las 41 mil camas habilitadas para mantener bajo custodia a los inmigrantes que están en proceso de deportación.
“Todo ese plan de ampliar las cárceles solo va a causar más muertes, enfermedades y daño psicológico entre los inmigrantes”, advirtió Rufina Reyes, portavoz de La Resistencia, organización que ha pedido el cierre del Centro de Detención del Noroeste en Tacoma, Washington, donde el mes pasado murió el mexicano José Manuel Sánchez Castro.
Esta ha sido la mayor preocupación de los activistas, que por años han denunciado las malas condiciones de estos centros de detención civil.
Piden a Biden detener planes
Esta semana, activistas acudieron al Gobierno Joe Biden para frenar los planes de la nueva Administración de ampliar los centros de detención de inmigrantes.
La principal organización de derechos civiles de EU, Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU), propuso que se diera marcha atrás a un plan para abrir centros de detención en estados como Kansas, Wyoming o Misuri, así como detener los planes de ampliación de centros de Nueva Jersey.
Cabe destacar que el plan de Trump también incluye la apertura de centros en regiones declaradas ‘santuario de inmigrantes’ y centros para detener a padres con sus hijos menores de edad.
El último centro de detención que albergó familias en EU estaba ubicado en Dilley, Texas, y cerró a mediados de este año para ahorrar costos, según dijo ICE.
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LJ