Paulo Monsiváis/ El Sol de Tampico
En la entidad colectivos feministas han contabilizados hasta 70 casos de violencia Vicaria, que ha crecido en este año un 40% en la entidad, teniendo apenas en proceso y sin resolución 10 de ellos, situación que ya puso en alerta a varias asociaciones civiles ante el aumento de la violación al interés superior de los menores.
La violencia Vicaria ya es delito en Tamaulipas desde el año pasado y casi siempre comienza con una sustracción o retención de los hijos por parte del padre, luego ellos son manipulados para rechazar el contacto con su mamá o les niegan verlos poniendo condiciones para que puedan pasar tiempo, lo que implica tanto una agresión para el menor como para la madre.
Hace falta mayor sensibilización por parte de servidores públicos y jueces
La activista y defensora de los derechos humanos en Tampico, Nury Romero Santiago, subrayó la importancia de capacitar a los servidores públicos en el manejo de casos de violencia vicaria para evitar la revictimización y que se respete sobre todo el interés superior del menor, que de forma constante se deja de lado en la mayoría de los casos de este tipo.
Señaló que es crucial sensibilizar a los integrantes de dependencias gubernamentales encargadas de proteger los derechos de niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de violencia de género, pero además que los jueces tengan también la voluntad de emitir sus sentencias en base a las pruebas que se presentan.
«Se debe de promover un compromiso colectivo, incluyendo a instituciones gubernamentales, sociedad civil, litigantes y psicólogos, en la atención integral de este tipo de violencia, sin embargo, los jueces familiares tienen un papel determinante en garantizar la protección de los derechos de las víctimas y no lo están haciendo pues desechan los casos a pesar de las pruebas que se presentan», dijo.
Elección de jueces podría ‘mejorar las expectativas’ sobre esta situación
«Nos falta mucho por hacer para evitar la revictimización y es responsabilidad de todos, no solo de las instituciones, también los juzgados pues también los jueces requieren más preparación, decisión y compromiso para abordar la violencia vicaria con la seriedad que demanda en los tribunales, pues las víctimas, que son los niñas y niños no tienen una protección contra lo que están viviendo», agregó.
«Aunque la Ley de Violencia Vicaria se centra en las mujeres, también existen casos de hombres violentados, aunque estos suelen caer bajo la categoría de violencia familiar», indicó, mencionando que se tiene la expectativa que la elección popular de jueces mejore la situación, junto con la entrada en vigor del nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, que incorpora la perspectiva de género y la infancia.
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