diciembre 17, 2024
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Heberto M. Sein, un pacifista en Victoria

diciembre 16, 2024 | 76 vistas

Francisco Ramos Aguirre

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-
Intérprete, misionero evangélico, diplomático, maestro y poeta. Nació en Matehuala, San Luis Potosí el siete de diciembre de 1898 en el seno de una familia católica, hijo de Eucario Montes de Oca Sein y Margaretta Marriege. Su padre era originario de Toluca y su madre de ascendencia inglesa pertenecientes a la Iglesia Los Amigos, lo cual motivó el rechazo de sus familias y amistades. En una de sus estancias en Matehuala, Eucario contrajo matrimonio con Margaretta y laboró en una imprenta, además de ser profesor de la escuela y ministro de la mencionada iglesia. A finales del siglo XIX Margaretta fundó en Ciudad Victoria, Tamaulipas el Instituto William Penn.

Desde niño Heberto M. Sein aprendió el idioma inglés, de tal manera que a los siete años de edad atendió a un grupo de misioneros norteamericanos, quienes visitaron su casa. Durante la Revolución Mexicana la familia decidió trasladarse a Texas y Los Ángeles, California, donde Eucario fue ministro de un templo Metodista durante 25 años. En ese lapso murió su progenitora, mientras Heberto concluyó sus estudios en la Universidad de Berkeley.

Gracias a su preparación académica ingresó como traductor al cuerpo diplomático de México, y posteriormente fue asignado a Washington por la Secretaría de Relaciones Exteriores, desempeñando varias misiones consulares. Con el propósito de continuar sus estudios, viajó a Europa en un barco con boleto de tercera categoría, porque a decir de él no existía de cuarta clase. Gracias a su juventud y extraordinaria condición física, recorrió a pie y en bicicleta Portugal, Francia y España. En París estudió Teología y se incorporó al Centro Cuáquero Internacional.

También conoció a Suzanne Fher una joven y bella bibliotecaria de origen suizo, de quien se enamoró y le propuso matrimonio, iniciando en ese momento una romántica historia de amor. Al principio aquel muchacho apuesto y pelirrojo no fue bien aceptado por los padres de la joven, quienes le establecieron un plazo de seis meses y le respondieron “…entonces ya veremos…”.  Finalmente se casaron y en 1929 se enfilaron en el barco holandés Sierra Ventana hacia Ciudad Victoria, donde su madre había fundado una escuela. La nave naufragó en Islas Azores, por lo cual decidieron pasar su luna de miel en una de las islas, rodeados de hortensias azules.

 

HEBERTO Y SUZANNE EN VICTORIA

Finalmente, después de varias semanas desembarcaron Tampico y por nueve horas se trasladaron en ferrocarril a la Capital tamaulipeca, donde fueron atendidos por Fortunato Castillo, pastor de la Iglesia Los Amigos. Durante cuatro años fueron maestros de la escuela cuáquera y tuvieron dos hijos, Heberto y Magaly. A su llegada a Victoria, fue contratado de maestro de la Escuela del Niño Industrial Álvaro Obregón por el profesor José Martínez y Martínez, primer director del plantel quien puso en práctica el modelo pedagógico del momento. Al mismo tiempo se desempeñaba de catedrático en el Colegio y Escuela Normal Nancy Lee.

La Escuela Industrial se regía mediante un riguroso reglamento disciplinario, propio de los internados militarizados, descrito por Sein: “Llegada, inscripción, a dormir, a levantarse y lavarse.” La institución tenía doble propósito, además de escuela para el aprendizaje, era también una fábrica con una misión de servicio social. Los productos que ahí se elaboraban se ofrecían a la venta del público.

Jesús Cárdenas Hernández, uno de los alumnos de ese tiempo (1928-1930) describe la técnica educativa en la clase de Historia y Geografía: “…Se pedía al alumnado ponerse de pie alrededor del salón de clase, alineándose en el orden según la lista de asistencia, es decir, alfabéticamente y numerados progresivamente, iniciándose un interrogatorio por el primero en la lista. Si la respuesta era correcta, el alumno conservaba su lugar, caso contrario la pregunta se corría y si la respuesta correcta se obtenía del quinto alumno al primer lugar, mientras el interrogatorio continuaba con la segunda pregunta que correspondía contestar al sexto alumno. De ser correcta, este permanecía en su lugar, de no ser así la pregunta corría hasta encontrar la respuesta correcta y si esta la proporcionaba el alumno 12, éste se ubicaría adelante del alumno sexto…”.

En diferentes períodos fueron alumnos del Colegio Penn y Juárez: Genaro G. Ruiz, Arquímedes, Emilio, Celeste Violante y Florencia Caballero Caballero, María de la Luz Tijerina, Clara Dix Pizaña, Andrés A. de la Garza, Elisa Ramírez, Blas Uvalle González, Abel Ramírez Ramírez, Víctor Martínez, Tomasita Reséndez, Juan Salinas, Rafael Molina, Manuel García Vázquez, Paulina Martínez, Luis Echeverría Álvarez, Mariana Lerma y otros.

En 1934 al iniciarse el proyecto de educación socialista establecida por el general Lázaro Cárdenas, la familia Sein se trasladó a la Escuela para Campesinos de La Huerta, Michoacán, donde los alumnos se preparaban como maestros rurales. Heberto fue director gracias a la invitación del ministro de educación Ignacio García Téllez. Ahí permanecieron tres años y finalmente decidieron vivir en la Ciudad de México, donde fijaron su residencia. La Secretaría de Educación Pública le editó un libro de su autoría, sobre la enseñanza del idioma inglés.

 

HUMANITARIO, PACIFISTA Y POETA. TLATELOLCO 2 DE OCTUBRE

Desde entonces Sein se distinguió por su vocación humanitaria y pacifista, por ejemplo, en la década de los 30’s ayudó a los refugiados de la Guerra Civil Española que llegaron a México. En su casa de Monte Blanco las mujeres en el exilio se dedicaban a coser y tejer ropa para los niños españoles próximos a nacer en Europa. En tanto los maridos tomaban café y entablaban largas conversaciones con Heberto.

Se distinguió como un mediador de solucionar los conflictos nacionales, internacionales, comunitarios y personales a través de métodps pacíficos. Por ejemplo, en la Ciudad de México a dos días de la matanza de estudiantes de Tlatelolco se declaró en huelga de hambre en el Zócalo. Su manera de protestar era mantenerse en silencio, para llamar la atención de las autoridades federales. Entre otras peticiones, solicitaba un alto a la violencia y presentación con vida de todas las personas y estudiantes desaparecidos aquella trágica noche. Seia se mantuvo en protesta más de 48 horas y se unieron a él numerosas personas hasta que las autoridades lo presionaron para abandonar la plaza.

Él ponía en práctica algunas recomendaciones propias de la Iglesia Los Amigos: 1).- Todos los seres son iguales a los ojos de Dios; 2).- Hay algo de Dios en cada ser humano y por eso la vida es sagrada; 3).- No se debe ejercer ningún tipo de violencia contra nadie, y por consecuencia buscar soluciones pacíficas a los conflictos.

Durante muchos años, Heberto se desempeñó de intérprete, traductor de idiomas y maestro. Bajo estas circunstancias, durante el gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho conoció a Eduardo Stettinius, secretario de Estado de los Estados Unidos, quien lo invitó como traductor durante la Conferencia de San Francisco en 1945, con motivo de la fundación de la OEA. Fue el intérprete oficial del presidente Adolfo López Mateos y lo acompañó a diferentes partes del mundo.

Otra de sus facetas fue la escritura de poesía bajo la temática de sentimientos íntimos, social, indígena y religiosa. “La Pirámide del Sol Teotihuacán,/Te sientes en el esplendor del silencio ahora,/tus hijos están callados y se han ido,/afuera de la tierra te han hecho crecer,/ahora imperan mentiras y tú estás solo,/naciste en el alma de los reyes toltecas,/donde sus tambores y las flautas suenan fuerte,/y los hombres son grúas para izar tus piedras,/ahora en la tierra su imperio no existe,/y has quedado solo,/sangre y mortero se mezclan con gemidos,/mientras crecen altos y orgullosos,/ellos coronan tu cumbre,/con los rayos del sol,/su imagen para servir y adorar a través de los años,/con miles de sacerdotes y millones de años,/para exaltar la severa sombra de la victoria.” (Fragmento/traducción Adriana Arreola de la Garza).

Luego de una trayectoria fructífera y ejemplar, Heberto Sein falleció en la Ciudad de México, Distrito Federal el 31 de octubre de 1977. Su deceso causó enorme conmoción entre la comunidad diplomática, intelectual y miembros de la Iglesia Los Amigos. Fue sepultado en el Parque Memorial. (Fuentes: Entrevista a Loida Fernández/Heberto Sein/Suzzane Fher/Colección Heberto Sein/12 pp.).

JR

 

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