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María Dolores Patrón, presidenta del colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo, pasó más de cuatro años buscando a su hija Francisca Mariner Flores.
Aunque el cuerpo de Francisca estuvo en la morgue de Cancún desde 2020, no se le habían realizado pruebas genéticas para identificarlo, evidenciando la crisis forense en México, donde hay más de 52,000 cuerpos sin identificar.
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María Dolores sospechaba que su hija era una de las seis mujeres no identificadas en la morgue de Cancún desde 2020, luego de que un cuerpo con características similares fuera encontrado calcinado y asesinado de un disparo en la cabeza.
Sin embargo, la Fiscalía retrasó las pruebas genéticas durante más de dos años, a pesar de las insistencias de la madre, incluyendo bloqueos a la zona hotelera de Cancún y una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Identificación Final Gracias A La Presión
Finalmente, Patrón logró que la Fiscalía aceptara realizar pruebas genéticas con una muestra de su nieta.
Gracias a esta acción, hace dos meses confirmaron que el cuerpo era de su hija, poniendo fin a años de incertidumbre y subrayando la negligencia en los procesos forenses en México.
JR
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