Antonio Campos / El Sol de Tampico
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- A cuatro días del 31 de diciembre, comerciantes de los mercados municipales del sur de Tamaulipas ofertan las uvas, que se comen en la cena de fin de año, a precios que oscilan entre los 97.50 y los 180 pesos el kilo, lo cual obligará a las familias a buscar otros productos para despedirse del 2024.
El presidente del Consejo Empresarial, Comercial y Turístico (Cecotur) de Ciudad Madero, Ramón Gómez Narváez, manifestó que los locatarios se preparan para la demanda de productos tradicionales de la cena de Año Nuevo.
Sin embargo, en esta ocasión el costo de cumplir con la tradición de los 12 deseos ha generado preocupación entre las familias, ya que el precio del kilo de uva oscila entre los 97.50 y los 180 pesos, dependiendo de la calidad y el lugar de venta.
Aunque los vendedores argumentan que, aunque los costos iniciales son elevados, existe la posibilidad de que los precios disminuyan conforme se acerque el 31 de diciembre. “Si el producto no se vende, muchos de los microempresarios tendrán que sacrificar ganancias para evitar pérdidas mayores”, afirmó.
Esta medida busca no solo proteger sus bolsillos, sino también evitar que las uvas queden sin vender en los estantes, afectando aún más a los comerciantes locales que han apostado por satisfacer la demanda de una tradición tan arraigada.
Ante el alto costo de las uvas, se recomienda a las familias comprar solo lo que realmente consumen, ya que adquirir racimos grandes puede generar desperdicio, especialmente si se trata de eventos pequeños o cenas familiares.
Además, explorar opciones locales como las pasas u otros frutos secos, lo cual permitirá el apoyar a los pequeños comerciantes, mientras encuentra precios más accesibles para mantener viva tradiciones el hogar.
Otra alternativa es sustituir las uvas por otros alimentos que también representen buenos deseos para el año entrante, como las mandarinas, granadas o nueces, cuya demanda no ha provocado incrementos tan significativos.
Con la incertidumbre económica y la cercanía de las festividades, tanto los consumidores como los comerciantes esperan que se logre un equilibrio que permita disfrutar de las celebraciones sin comprometer el presupuesto familiar.
