La moda de usar pijamas en público está ganando terreno, generando opiniones divididas entre quienes la ven como una expresión de libertad y comodidad, y quienes consideran que atenta contra las normas de presentación en espacios públicos.
Esta tendencia, que tuvo sus raíces en el confinamiento y el auge del home office, refleja un cambio en la percepción de la ropa cómoda como símbolo de autenticidad o incluso rebeldía. Sin embargo, no está exenta de críticas, ya que algunos consideran que proyecta descuido y desinterés por el entorno. Este fenómeno no es exclusivo de México, ya que debates similares se han dado en otros países como Reino Unido y China. ¿Es la «moda pijama» una revolución en el estilo urbano o un desafío a los códigos sociales?
Un fenómeno que hace una década habría sido motivo de vergüenza se está convirtiendo en parte del paisaje urbano: personas deambulando por las calles, supermercados y hasta cafeterías vistiendo ropa de dormir.
Lo que para algunos es un símbolo de comodidad y auténtico desinterés por las normas sociales, para otros es una afrenta al buen gusto y las reglas implícitas de la vida pública.
La pandemia de covid-19 transformó radicalmente nuestras costumbres. El encierro obligó a muchos a priorizar la comodidad sobre la apariencia, y el home office legitimó pasar todo el día en pijama. Sin embargo, lo que comenzó como una necesidad práctica ahora parece haberse instalado como una declaración de estilo.
Domingo de ir a desayunar en pijama a Denny’s🩵 pic.twitter.com/hVhjM1PxB2
— alesdas (@AlesdaSandoval) January 12, 2025