LOS ÁNGELES, California, febrero 11, (Agencias)
La presentación de Kendrick Lamar para el show de medio tiempo del Super Bowl 2025 causó opiniones divididas, ya te hablamos de esta presentación en HYPERLINK «https://eldiariomx.com/2025/02/09/asi-show-de-medio-tiempo-super-bowl/»https://eldiariomx.com/2025/02/09/asi-show-de-medio-tiempo-super-bowl/ pero aquí profundizaremos en el tema.
Y es que, aunque unos se decepcionaron por la falta de escenarios alucinantes y cambios de vestuario extraordinarios, otros aplaudieron la narrativa y puesta en escena que el rapero presentó, todo basado en una crítica social a la situación política y racial de Estados Unidos.
Independientemente de si te pareció un acto entretenido o aburrido, o si te gusta o no el hip-hop, lo cierto es que expuso varios mensajes que invitan a reflexiones necesarias sobre el racismo y los efectos de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos que han tocado a todo el mundo.
Algo que quedó claro es que el cantautor es muy dado a usar su música como medio de crítica social, reflexiones filosóficas, protestas políticas, y manifestaciones de sus ideas. De hecho, gracias a esta cualidad de su arte, en 2018 recibió el premio Pulitzer a la Música.
Por ello, cuando le preguntaron qué se podía esperar de su presentación en el Súper Tazón 59 de la NFL respondió “narrativa”, y fue exactamente lo que dio, empecemos con los ejemplos.
¿Recuerdas al personaje de los carteles que reclutaban a soldados jóvenes de Estados Unidos para la Primera Guerra Mundial? Pues en este show, Uncle Sam fue interpretado por el actor y activista Samuel L. Jackson para mostrar en un tono satírico la manera en que la sociedad estadounidense trata a las personas de color, diciéndoles que “son muy ruidosas» o “demasiado ghetto”.
Quizás lo que más gente notó fue el guiño no tan sutil del protagonista del show hacia su enemigo público número uno y colega de industria y género: Drake. En resumen, ambos llevan años usando sus canciones para exponer sus actos cuestionables en un ciclo tóxico de enfrentamientos indirectos.
Muchos creyeron que Lamar no se atrevería a cantar ciertas líneas de su canción “Not Like Us”, pues hace acusaciones severas de pedofilia hacia Drake y literalmente menciona su nombre, después de que publicara un tuit donde dijo que presentaría el track favorito de sus fans de no ser porque a ciertas personas les gusta demandar.
Sin embargo, al final sí lo hizo y causó un gran revuelo entre ambos fandoms. Importante notar que Serena Williams (la tenista), ex pareja de Drake, hizo una aparición sorpresa bailando (sacando los pasos prohibidos) justo durante esa pista, algo que no muchos entendieron y pensaron que se trataba solo de una “aparición sorpresa”.
La puesta en escena del show incluyó bastantes símbolos estadounidenses, desde el Tío Sam hasta los colores de la bandera, pero no lo hizo de modo tradicional ni para levantar los ánimos patrióticos como si estuviera en campaña a favor de Trump.
Más bien, alteró su esencia como una forma de exponer la incongruencia de lo que dictan con lo que está sucediendo en la actualidad. Por ejemplo, en lugar de poner los colores de bandera en orden, estaban revueltos, y los bailarines no marcaron el diseño de forma clara, sino que se colocaron en puntos estratégicos para que se apreciara dispersa.
Además, al inicio del show mostraron un letrero con luces que decía “Cuidado, dirección equivocada”, lo que reforzó el mensaje de que los valores patrióticos están siendo desviados de su propósito inicial. Un mensaje que llega en un momento sumamente delicado para la historia de la humanidad.
En definitiva, el Halftime show de Kendrick no fue el más destacado en términos de espectáculo, pues no incluyó grandes escenarios ni efectos de luces impresionantes. Sin embargo, no hay duda de que fue uno de los más interesantes a nivel narrativo.